Desprendimiento de retina: Alertas y cuidados
Edomex en Línea/Teotihuacán en Línea. El desprendimiento de
retina es una patología oftalmológica grave que puede llevar a la pérdida total
de la visión. Es más frecuente entre los 40 y los 70 años y en el 10% de los
casos es bilateral, es decir, afecta a los dos ojos. Por suerte, existen
señales de alerta que permiten actuar a tiempo y restaurar toda o, al menos, la
mayor parte de la agudeza visual.
La retina se puede considerar la parte más importante del
ojo, ya que es esencial para la visión. Es la capa sensible que tapiza el
interior del ojo, sobre la que incide la luz para estimular las células
nerviosas que contiene y generar la imagen que se interpreta y se forma en el
cerebro. “Todo el resto del ojo está dedicado a conseguir que la imagen llegue
a la retina de la mejor manera posible”, expone José María Ruiz Moreno, jefe
del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Puerta de
Hierro-Majadahonda.
La miopía es el principal factor de riesgo. “Casi la mitad
de los desprendimientos de retina ocurren en ojos miopes”, apunta el
oftalmólogo, quien añade que quienes experimentan este problema “suelen ser
pacientes que han tenido esa sensación de moscas volantes, tela de araña o humo
de cigarrillo, que indica un desprendimiento de vítreo”.
La estrecha relación entre el desprendimiento de vítreo y el
de retina aporta pistas que pueden resultar muy útiles para saber cuándo hay
que acudir al médico con el fin de atajar el problema a tiempo. Pero ojo: el
primer problema acaba produciéndose en todas las personas antes o después,
mientras que el desprendimiento de retina solo se da en una de cada 10.000
personas al año.
La oftalmóloga Eva Villota Deleu, de la Unidad de Retina y
Vítreo del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, explica que para que la
imagen llegue a la retina “tiene que atravesar la cavidad interior del ojo, que
está rellena por un gel transparente denominado humor vítreo”. Este gel está
adherido a la retina pero, con los años y debido al envejecimiento, va
perdiendo agua, hasta que llega un momento en el que se colapsa y se separa de
la retina. “Esto se llama desprendimiento de vítreo posterior”, precisa la
experta.
En la mayoría de los casos, ese proceso no tiene mayores
consecuencias, pero es conveniente estar alerta ante los síntomas que produce.
Estas son las principales señales de alerta tanto del desprendimiento de vítreo
como del de retina:
Primera señal de alerta: moscas volantes
Cuando se produce un desprendimiento de vítreo, tal y como describe
Villota, “las condensaciones que tiene el gel en su parte posterior, que
normalmente no vemos porque están pegadas a la retina, pasan a un lugar más
adelantado y hacen sombra sobre la retina”. El resultado es que el paciente
percibe moscas volantes, que son la primera señal de alerta. También pueden
apreciarse cuerpos flotantes, algo semejante a una tela de araña o humo de
cigarrillo.
Un pequeño porcentaje de personas, generalmente miopes,
tienen retinas más débiles de lo normal y la adherencia del humor vítreo es más
fuerte en algunas zonas, lo que lleva a que, al producirse la separación, el
humor vítreo tire de la retina, pudiendo llegar a romperla y causar un desgarro
retiniano.
Ese desgarro que no debe confundirse con un desprendimiento,
se puede solucionar eficazmente si el paciente acude al especialista en retina
cuando empieza a ver moscas. La gran mayoría de las personas que ven esos
cuerpos flotantes no tendrán ningún problema, pero si se confirma una rotura o
desgarro se puede soldar con láser para impedir que progrese hacia un
desprendimiento de la retina.
Ruiz Moreno confirma que cuando una persona empieza a ver
moscas volantes es conveniente que acuda a revisión oftalmológica, pero la
urgencia no es inmediata. En cambio, percibir relámpagos o destellos luminosos
sí requiere acudir al oftalmólogo lo antes posible. Estos síntomas visuales
indican que se está produciendo un efecto de tracción sobre la retina.
Cuando ya se ha producido un desprendimiento de retina, la
sintomatología que causa, según Villota, “es la visión de una cortina negra
(como una gota de aceite o de agua oscura) en una zona del campo visual, que
puede progresar hasta afectar de manera importante a la visión central”.
Ruiz Moreno lo describe como “una mancha opaca que tapa
parte del campo de visión y que va creciendo” y subraya que, si no se trata,
“va extendiéndose cada vez más hasta la pérdida total de la visión cuando se
desprende toda la retina”.
En este caso sí estamos ante un problema muy grave que
requiere acudir inmediatamente a urgencias. El especialista explica el motivo:
“Es importante que lo solucionemos lo antes posible porque el tejido de la
retina que se encuentra separado de su estructura normal experimenta un proceso
de degeneración y deterioro que, cuanto más tiempo transcurra, peor se
recuperará”.
No obstante, puntualizan que a veces es mejor esperar unos
días porque “se ha demostrado que los resultados son mucho mejores cuando la
cirugía la hace un equipo experto en el tratamiento del desprendimiento de retina
que cuando se efectúa con carácter de urgencia por cualquier oftalmólogo”.
Una vez que se produce un desprendimiento de retina, el
tratamiento es siempre quirúrgico y existen diversos procedimientos que se
emplean en función de las características de cada paciente. “Estas técnicas
permiten un porcentaje de éxito anatómico (reaplicación de la retina) superior
al 90%”, aseveran especialistas del Instituto Fernández-Vega.
La clave del buen pronóstico y la recuperación de la visión
depende de factores como la experiencia del equipo oftalmológico, el tiempo que
haya transcurrido desde el inicio de los síntomas y la parte de la retina que
se haya desprendido. Este último elemento es clave. “El hecho determinante es
si se ha desprendido o no la mácula, que es la parte en la que reside la
agudeza visual del detalle”