#Cartas del dolor: "Once años, sin tus abrazos, mamá”
NAVIDAD DESDE LAS VOCES DE LA AUSENCIA/ VERÓNICA VILLALVAZO
(FRIDAGUERRERA)
Iniciamos este periodo de dolor y añoranza que, para las
Voces de la Ausencia, se agudiza, en medio de la alegría del resto. Una época
que trae a sus mentes los rostros felices de sus hijas, madres, hermanas. Cuando
disfrutaban a su lado esta época de reflexión y fiesta. Hoy ellas ya no están,
y carcome el alma y el recuerdo, el que se las hayan arrebatado, y más la forma
en la que las arrancaron de sus vidas. Este año las líneas redactadas son por
hijos, padres, hermanos. La solicitud es porque a ellos les cuesta mucho más
expresar su dolor.
Empezamos con la primera carta de Navidad, fiestas
decembrinas y año nuevo, líneas escritas con la ilusión de que ellas puedan
leerlas. Con la convicción de que ellas no sean olvidadas. Porque ellos hoy son
y siguen siendo las Voces de la Ausencia, voces que jamás callarán. Un año más,
Luis Emilio, redacta estás líneas para su mamá. Se acerca su aniversario, y, la
justicia, sigue sin llegar.
Olga Alicia Mendoza Juárez, tenía 53 años, vivía al sur de
Monterrey, Nuevo León. Madre de tres hijos, quienes la recuerdan siempre
impulsándolos a salir adelante. Era una mujer alegre, amaba cantar, bailar, y
reír a carcajadas. Se dedicaba a la venta de casas, lucía siempre bien arreglada,
era feliz con la vida que había logrado construir.
El 8 de diciembre del 2013, Olga Alicia se preparaba para
una cita de trabajo, salió a una tienda muy cercana a su domicilio. Al volver
alguien la esperaba dentro de su casa, para quitarle la vida.
Luis Emilio, su hijo, refiere que en el momento el caso fue
muy mencionado en la prensa, casi once años después, todos lo han olvidado.
Once años han transcurrido y su ausencia no deja de doler,
las autoridades hasta el momento siguen sin dar respuesta sobre qué sucedió, o
quién le arrancó la vida a Olga.
En un mundo injusto
me encuentro muy lejos de ti, han pasado casi 11 años de que alguien te
arrebató la vida en este mundo de injusticia, lleno de ciegos y sordomudos,
pues nadie ve nada, nadie escucha nada y nadie dice nada.
Más de una década de no verte, pero sí de extrañarte, de
pensarte y de platicar contigo, parece ayer tu partida, me sigue doliendo y sé
que este dolor no va a cesar hasta el día que me vaya contigo. Hay días que me
disculpo y me lleno de vergüenza, porque como tu hijo, no logré encontrar a
quien te quitó la vida; a quien te alejó de mí, tal vez no hice lo correcto en
los primeros momentos. Tal vez mi error fue confiar en las autoridades, o, no
tener dinero para dar incentivos, para que esa gente hiciera su trabajo, o,
simplemente que la moral los hiciera ponerse a trabajar. A veces me enojo
conmigo mismo por no saber actuar como debía. Pero, quien está mal en su
corazón, está mal de su cabeza. Y, ¿Quién está preparado para perder a su madre
de tal manera? He perdido la cabeza, porque mi corazón está destrozado desde el
8 de diciembre del 2013, que te perdí, que te arrebataron la vida.
¿Quién?: No sé
¿Por qué?: No sé
No tengo respuestas, más bien tengo pena en mi corazón por
no saber qué hacer. Te amo Mami (Olga Alicia Mendoza Juárez)
Quisiera un mundo más justo; donde no sucedieran desgracias
como la nuestra, quisiera tener cerca tus brazos para que me rodearan cuando
siento que no puedo; como un niño, a veces, me siento buscando tus brazos, pero
ya no están.
Quisiera congelar el momento del último abrazo que nos
dimos, cuando nos despedimos, después de llegar de viaje. ¿Por qué nadie me
avisó que sería el último?, ¿por qué nadie me avisó, que el abrazo de una madre
es único?
Porque nadie, ni nada, suple esa conexión de corazón a
corazón, porque nací de tus adentros, soy una extensión de ti, tal vez por eso
me siento así: incompleto, cada día te extraño más, ¡cada día me preguntó cómo
fueras ahora!
Pido justicia por todas y por todos, porque la víctima no
sólo es quien deja de existir. Sino también los que nos quedamos somos
víctimas. Con el peso de culpables porque no encontramos consuelo, y, seguimos
pensando día a día. Somos señalados y juzgados mientras los verdaderos
culpables. Viven sin una pena, cobijados por el silencio de otros.
Te extraño Mamá.
Tu hijo Luis Emilio
noviembre 2024
Estos días para muchos son sinónimo de alegría, de
reflexión, de fiestas. Para estas familias dejaron de serlo: algunas ya pasaron
por esto, días de las madres, del padre, o cumpleaños, sin embargo, siempre son
momentos llenos de emociones encontradas. Las luces navideñas son como pequeños
fuegos internos que calcinan los pedazos que aún quedan en el corazón.
La alegría del resto que, no sabe por lo que pasan, o, hasta
de la misma familia, cuando les mencionan; “échale ganas, ya pasará”, son
palabras lapidarias porque no, no va a pasar. Sus familias son víctimas de
feminicidio, porque los asesinaron a todos. Por ello, respeta su silencio, su
eterno dolor, sus risas o, llanto. En casos como los de ellos, es mejor no
decir nada.
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una
mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio: búscame,
ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. Cada uno de los
textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las
víctimas. Porque solo somos la extensión de su grito de justicia.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia