Florecita; la beba de Toluca. ¿A algunas familias les faltan
sus bebés?
Edomex en Línea: LA COLUMNA ROTA/ VERÓNICA VILLALVAZO
(FRIDAGUERRERA)
El 27 de noviembre de 2021, el cuerpo de una pequeña no
mayor de nueve meses fue localizado en inmediaciones de Querétaro y el Estado
de México, envuelta en una cobija café con blanco, de esas que hoy tanto se
venden en catálogos, luego una cobijita en color azul cielo que parecía una
chamarrita, vestía una sudadera color morado, con letras #LOVE, un pantaloncito
rojo en la bota del pantalón dos conejitos sonriendo. Una veladora blanca, que
tal vez la dejó quien la abandonó en ese lugar. "LOVE la beba de los
conejitos" como la bautizamos no ha sido inhumada hasta el momento,
seguimos buscando su identidad.
El cinco de junio de 2021. El cuerpo de un bebé fue
hallado abandonado en una milpa, siendo
devorado por una jauría de perros, en inmediaciones de la carretera Toluca -
Zitácuaro, a la altura de Almoloya de Juárez, en el Estado de México. Solo
localizaron, su brazo derecho y su cabecita, los perros ya habían devorado el
resto del cuerpecito, por lo que fue imposible realizar un retrato del pequeño
al estar muy lastimado por las mordidas de la perrería. Lo inhumamos en agosto de 2021. Le bautizamos como "Jesús". El cuerpo del inocente descansa junto a
Estrella, la beba de Aragón.
El 05 de marzo de 2022 el cuerpo de un pequeño de
aproximadamente año y medio fue encontrado en el municipio de Ixtapaluca,
Estado de México, lo localizaron en un terreno baldío de dicha demarcación, el
bebé presentaba huellas de violencia y un avanzado estado de descomposición.
Los vecinos de la zona encontraron al
inocente pero ninguno de ellos lo reconoció. Vestía un pantalón azul con
estampado de osos koalas, calcetines grises y estaba envuelto en una sábana
para bebés con estampado de borreguitos. Lo inhumamos el 22 de abril de 2022,
por el avanzado estado de descomposición que tenía. Lo bautizamos con el nombre
de "Mateo". El cuerpo del
bebé, descansa junto a César nuestro pequeñito que fue localizado el 4 de
octubre de 2018 en Tultepec, Estado de México; al que sí identificamos y dimos
justicia.
Estrella, nuestra beba de Aragón, fue localizada el 28 de
junio de 2020, el pequeño cuerpo, fue localizado bajo una banca, en unos juegos
infantiles debajo de un puente, en inmediaciones de la Ciudad de México y el
Estado de México. Hasta el día de hoy no hemos logrado dar con su identidad, ni
con sus asesinos. Fue dejada dentro de
una mochila negra, envuelta en una gasa color blanco, sin ropa. Nuestra pequeña
Estrella fue inhumada el 22 de abril de 2021.
El 29 de octubre de 2022.
El cuerpo sin vida de una bebé de 2 a 4 meses de edad fue encontrado en las
inmediaciones de la Terminal de Autobuses de Toluca, la pequeña estaba envuelta
en un fragmento de tela color blanco, por debajo de este una cobijita a cuadros
de colores verde, amarillo, rosa y blanco, portaba un gorro rosa con una flor
estampada, chamarra verde agua con botones blancos con un oso estampado en el
lado derecho, pantaloncito tipo mallón azul con vivos en blanco y tines con
vivos gris. Hoy nuevamente estamos solicitando su apoyo y amor para localizar a
la familia de nuestra beba a la que hemos bautizado como. "Florecita la beba de Toluca".
Todos los días en todo el país son asesinados por familiares
de 3 a 4
niños y niñas, hemos contabilizado el feminicidio infantil de 124 niñas en lo
que va de 2022. Nos duele el corazón cada vez que tenemos que mirar el rostro
de una pequeña o pequeño, lastimado, sin vida. Cortas vidas que al parecer no
importan. Creemos que con Lupe, César, Félix y Alexa. Tuvimos la fortuna de dar
con sus identidades y hacerles justicia dando con sus asesinos y familias
porque eran más grandes. Pero la mayoría de nuestros últimos pequeños son muy
bebés. Además de que son pequeños nacidos en pandemia, por lo que poca gente
los vio y si sus asesinos (padres, madres, padrastros, abuelos) tal vez fueron
los únicos que los vieron por ende no van a levantar la mano para decir es mi
beba o mi bebé.
Es increíble que sigamos tan impávidos, tan insensibles a
nuestros pequeños, los cuales son responsabilidad de todos, debemos dejar de
normalizar la violencia contra nuestros pequeños y niñas. Y debemos entender que cuidar la vida de las
niñas y niños es corresponsabilidad de cada uno de nosotros, para poder exigir
a las autoridades que apliquen la ley.
En el epílogo de mi libro. #CONLASNIÑASNO Y TAMPOCO LOS
NIÑOS, comparto esta reflexión.
La pequeña Sam fue registrada el 23 de abril. Ya estaba
internada y con un pronóstico grave ante la irresponsabilidad de quien se
supone debería cuidarla y amarla, su madre. Diana no alcanzaba a comprender el
daño que provocó su omisión y la normalización de la violencia. Para ella era
normal que Aarón les diera “nalgadas” a sus niñas y justificaba la violencia:
“Él se desesperaba con las niñas, por eso les llamaba la atención”. El 24 de
abril Samy no resistió más. El traumatismo craneoencefálico severo que
presentaba, con fractura y hemorragia del lado derecho del cráneo, el edema
cerebral, además de la anemia aguda secundaria que padecía, hicieron estragos
en su cuerpecito. La bebé perdió la batalla ante la bestialidad de Aarón y la
falta de amor y protección de Diana. La pequeña fue asesinada ante la
indiferencia y complicidad de muchos que advirtieron que era violentada pero
callaron. Perdió la batalla frente a las autoridades que deberían haber
vigilado su bienestar, mismos que, seguramente, el Día del Niño llenan sus
redes sociales de frases cargadas de amor para los pequeños, sin hacer lo que
les toca. Sam es de aquellas niñas que no se ven, las que no importan, las que
nacen en asentamientos. Sam es una más de las chiquillas que diariamente
engrosan las estadísticas de este país que solo se lamenta de vez en cuando
ante la muerte; pequeñas que no son de nadie, pero que deberían ser de todos.
Samanta murió ante la indiferencia de los medios de comunicación que ni
siquiera hablaron sobre su asesinato. Queremos cerrar con Samantha porque es la
niña que justo en el momento que estoy escribiendo fue asesinada en un país
sangrante, que a diario es apuñalado, que todos los días muere de a poco porque
estamos permitiendo que liquiden su presente y futuro. La intención, como
siempre que compartimos una historia, es recordar a algunas de nuestras
pequeñas que nunca serán adultas porque no se los permitieron, nuestras bebas y
bebés que quedarán inmortalizados en la niñez porque jamás serán adultos. La
mezquindad de seres sin entrañas no se los permitió. Samanta se unió a estos
tiernos rostros que nos motivan a luchar para evitar que las muertes continúen.
Muchas veces, en medio de nuestra labor, hemos tenido que tomar un momento para
llorar, gritar y enfurecernos ante el horror que no para, que no podemos
detener. Pareciera que el ente llamado “humano” jamás volverá a sentir amor por
los pequeños, a quienes más que llorarles y llamarles “ángeles”, deberíamos
hacerles justicia, cuidarlos en vida, ser responsables de ellos. Deberíamos
también exigir a los legisladores que realmente cumplan con su función y nos
representen a todos, pero más a los pequeños; que dejen de usar el dolor para
golpearse unos a otros políticamente y que se pongan a trabajar en leyes para
proteger a nuestros bebés. Cierra los ojos y recuerda a esa niña o niño que
eras, que a pesar del tiempo aún vive dentro de ti. Imagina que estás siendo
aterrorizado por los gritos del adulto que debería cuidarte, eres azotado
porque no dejas de llorar. Cierra los ojos, no dejes que entre ruido, deja de
justificar a los agresores. Estás siendo violada para satisfacer los bajos
instintos de un criminal que te usará para desecharte después como basura. Los
días de la niñez tranquila se han acabado. Sí, antes pasaba, pero las calles,
escuelas y casas eran más seguras. No es que se vean más ahora, es que
generaciones atrás algo se rompió en la sociedad, algo muy grave sucedió y
debemos reconocerlo para rectificar. Hoy es día de callarnos y ayudar, de
sentir vergüenza, de que en lugar de seguir alardeando en redes sociales
vayamos a abrazar, vigilar y cuidar a los niños y niñas que siguen vivos. No
lloremos, actuemos. ¿Cómo? Empujando, exigiendo a las autoridades, metiéndonos
en “asuntos que no nos corresponden”, alzando la voz, porque con esas acciones
puedes salvar muchas vidas y, sobre
todo, puedes detonar que nuestra sociedad por fin entienda que no depende solo
de las autoridades, que es una responsabilidad compartida, porque la chingada
nos está cargando a todos y, peor, a nuestro más grande tesoro. Hasta aquí el texto del libro.
Basta de escudarse en burdos pretextos. Debemos ayudar a
cualquier pequeño cercano que conozcamos, y tal vez un día podamos sentirnos
humanos al salvar la vida de una niña o niño.
Ahora están en sus 16 días de activismo para seguir creando
conciencia en torno al tema de la Violencia de Género. ¿Y por nuestros niños y
niñas cuándo haremos algo? para crear esa tan necesaria conciencia para detener
el infierno en el que viven muchos de nuestros inocentes. Perdón una vez más,
Florecita.
noviembre
2022
Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una
mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame,
ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
P.D. Cada uno de los
textos expuestos en este espacio, son con autorización y acompañamiento de las
víctimas. Porque solo somos la extensión de su grito de justicia.
@FridaGuerrera
@vocesDLAusencia