Si usted toma o ha tomado
Paracetamol, le conviene leer esto
Edomex en Línea/Teotihuacán en Línea. El paracetamol es uno
de los medicamentos más utilizados frente al dolor y la fiebre. Es muy seguro,
pero conviene prestar atención a la dosis máxima diaria, su consumo con alcohol
y el uso adecuado en embarazadas.
El paracetamol pertenece al grupo de los analgésicos y
antipiréticos. Siempre que se utilice de forma adecuada y respetando la dosis
máxima diaria, es un fármaco muy eficaz y seguro. De hecho, siempre que sea a
corto plazo y en la dosis mínima posible, está permitido durante la lactancia y
el embarazo,
No obstante, conviene tener presente que su administración
en cantidades elevadas puede dañar el hígado y el riesgo es mayor en pacientes
que consumen alcohol de forma continua, toman varios fármacos a la vez, en
ancianos y en personas con bajo peso.
Podemos encontrar este principio activo en múltiples
formatos (en comprimidos, comprimidos efervescentes o bucodispersables,
cápsulas y sobres, así como en supositorios y solución oral, siendo estas
últimas las formas farmacéuticas de elección en niños), lo que favorece que se
pueda elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades terapéuticas del
paciente.
¿Para qué sirve el paracetamol?
Alicia de Toro, farmacéutica en el Centro de Información del
Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos, explica que el paracetamol
"Se utiliza, tanto para aliviar el dolor debido a su actividad analgésica,
como para reducir la fiebre, gracias a su actividad antipirética”.
Sin embargo, tal y como señala Juan Gabriel García
Ballesteros, miembro de la junta directiva de la Sociedad de Médicos de
Atención Primaria no tiene capacidad antiinflamatoria.
Es importante que la administración de los fármacos resulte
lo más cómoda y fácil posible para así conseguir un mayor éxito en el
cumplimiento del tratamiento.
¿Cuándo está recomendado su uso?
Dada su acción antipirética y analgésica, el paracetamol
está indicado en el tratamiento de las enfermedades que cursen con fiebre o
dolor de leve a moderada intensidad en adultos y niños. En estos últimos, se
considera el antipirético y analgésico de elección. “Será por tanto útil para tratar dolores de cabeza,
dentales, menstruales, lesiones que no cursen con inflamación o el tratamiento
de los síntomas ocasionados por la gripe o la Covid-19”, señala De Toro.
¿Qué dosis es la adecuada y cómo
hay que tomarlo?
Además de tener múltiples presentaciones, este fármaco está
comercializado en diferentes dosis y podemos encontrar en la farmacia
paracetamol de 325 mg, 500 mg, 650 mg y 1 g. Teniendo en cuenta que se debe administrar a cada paciente
la dosis mínima que resulte eficaz para conseguir el efecto deseado, De Toro
explica que la posología habitual en adultos, vía oral, varía entre los
500-1000 mg cada 6-8 horas, en función de la intensidad de los síntomas. En
niños se utiliza paracetamol en supositorios y en solución oral, cuya dosis
será calculada en función de su peso o edad.
“Para conseguir un alivio rápido del dolor es mejor tomarlo
sin alimentos, ya que estos interfieren en el tiempo de absorción del
paracetamol, con un vaso de líquido, preferiblemente agua”, añade y apunta que
en caso de que el dolor no remita en 5 días, la fiebre persista durante más de
3 días o haya un empeoramiento en los síntomas, hay que acudir al médico.
¿Qué riesgos y efectos secundarios puede tener?
García Ballesteros hace hincapié en que es uno de los
fármacos más seguros. Teniendo en cuenta esto, hay situaciones en las que
conviene tener cuidado.
Para empezar, su uso prolongado en dosis altas produce
nefropatía intersticial. “La dosis en adultos no debe exceder de 4 g al día y en niños, siempre
es conveniente ajustar la dosis al peso (10-15 mg/kg/dosis y 40-60 mg/kg/día).
En general siempre se recomienda utilizar a la dosis mínima eficaz y durante el
menor tiempo posible”
Además, García Ballesteros añade que se debe administrar con
precaución, “Evitando tratamientos prolongados en pacientes con anemia,
afecciones cardiacas o pulmonares, o con disfunción renal grave (en este último
caso, el uso ocasional es aceptable, pero la administración prolongada de dosis
elevadas puede aumentar el riesgo de aparición de efectos renales adversos)”.
Paracetamol con alcohol
Por otro lado, el portavoz de Semergen recuerda que la
utilización de paracetamol en pacientes que consumen habitualmente alcohol
(tres o más bebidas alcohólicas al día) puede provocar daño hepático. “En
alcohólicos crónicos, no se debe administrar más de 2 g/día de paracetamol”,
subraya.
En general, se desaconseja beber alcohol mientras se está en
tratamiento con algún medicamento. El paracetamol no es una excepción: incluso
en quienes no son bebedores habituales puede incrementar la hepatotoxicidad.
El experto recomienda precaución en pacientes asmáticos
sensibles al ácido acetilsalicílico. La razón es que se han descrito ligeras
reacciones cruzadas en estos individuos.
Del Toro añade a estas recomendaciones evitar el uso
simultáneo de distintos medicamentos que contengan paracetamol en su
composición, ya que pueden dar lugar a cuadros de intoxicación.
Paracetamol en el embarazo
El paracetamol es el fármaco de elección para el dolor y la
fiebre en las mujeres embarazadas. Su uso se considera seguro siempre que se
emplee a corto plazo; su utilización prolongada o en dosis altas debe limitarse
a las recomendadas por un médico.
Una de las razones por las que se recomienda a las gestantes
que no se excedan en el consumo de paracetamol es la existencia de estudios que
han hallado una asociación entre el uso de este fármaco embarazadas y el
desarrollo de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
trastornos del espectro autista o asma, entre otras patologías, en sus hijos.
Asimismo, los médicos de familia y pediatras consideran
seguro el consumo de paracetamol durante la lactancia.
¿En qué se diferencia el
paracetamol del ibuprofeno?
La principal diferencia del paracetamol con el ibuprofeno es
que este último pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroideos
(AINE), y por tanto tiene capacidad antiinflamatoria (mientras que el
paracetamol no). Sí comparten tanto la capacidad antipirética como analgésica.
Es decir, el ibuprofeno además de ayudar a aliviar el dolor y disminuir la
fiebre, también reduce la inflamación.
El paracetamol suele ser un fármaco bien tolerado y con
escasas interacciones, lo que permite su combinación con otro tipo de
principios activos en una misma forma farmacéutica. La ventaja de esto es que
administrándose en una única toma se puede conseguir el efecto deseado.
“Con la asociación del paracetamol a otros principios
activos analgésicos como la codeína o tramadol, se puede potenciar su efecto
analgésico y así poder combatir dolores de mayor intensidad, aunque en estos
casos será siempre el médico quien valore la necesidad de dicha asociación”,
especifica De Toro. Otra de las ventajas que presenta la asociación de fármacos
es que se puede combatir más de un síntoma al mismo tiempo.
“Es habitual encontrar en el mercado una gran variedad de
antigripales, que combinan el paracetamol con un antihistamínico y un
descongestivo, consiguiendo reducir la sintomatología propia de resfriados y
gripe, como estornudos, congestión nasal, malestar general, dolor y fiebre”,
concluye