Con Porfirio Díaz inicia el origen
de las fiestas patrias
Edomex en Línea/Teotihuacán en Línea. La celebración del
Grito de Independencia ha cambiado a través de los años. La conciencia de
nación tardó varias décadas en arraigarse entre los mexicanos.
El primer aniversario “No es una celebración como la actual,
se hizo una conmemoración. Más religiosa que cívica porque todo tenía que ver
con la religión en aquellos años”, explica Israel Álvarez Moctezuma, académico
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y añade que es la misma razón
por la que el cura “Hidalgo usa las campanas de la iglesia, en ese entonces le
daban sentido y forma a la vida de pueblos y ciudades.”
Las primeras conmemoraciones del inicio de la lucha de
Independencia se dan “Desde el 1812-13, en plena Guerra de Independencia,
Morelos hace una. Las celebraciones más en forma se dan años después de
consumada la Independencia. El que primero hace de la conmemoración algo más
festivo y lúdico es Maximiliano durante el Segundo Imperio, que repite el grito
de independencia y el discurso republicano durante la celebración”, explica
Álvarez Moctezuma.
Esta separación entre el primer aniversario de la
consumación de Independencia, que da paso al Primer Imperio Mexicano bajo el
mando del General Agustín de Iturbide, y la celebración lúdica se debe en parte
al complicado proceso de unificación que se vivió en territorio mexicano a lo
largo del Siglo XIX.
“Termina el Virreinato y acaba todo un orden social,
político y cultural. Reinventar una nación es un proceso muy complejo. Los
signos identitarios como la bandera, el himno, el territorio, la cultura, la
lengua, es complejo y más en una sociedad tan profundamente dividida como la
novohispana”, puntualiza el también editor del Seminario Interdisciplinario de
Estudios Medievales de la Facultad de Filosofía y Letras.
Añade: “Los españoles no se sentían mexicanos, ni los indios
de Yucatán o Oaxaca se sentían mexicanos. Mucho menos los del norte. Darle
identidad a una sociedad tan compleja es una tarea titánica. Festejar una
guerra homicida, una guerra civil, donde no se nos olvide hay hermanos peleando
entre ellos. Muchas veces no lo dimensionamos, dejó una sociedad tremendamente
dividida entre independentistas y realistas, no había ánimos de celebrar nada.
Se tenían que calmar las aguas”.
Estos enfrentamientos ideológicos retardaron la maduración
del Estado Mexicano y, por consiguiente, el uso del festejo independentista
como unificador de la identidad nacional. “Las guerras civiles que vive el país
durante el XIX acaban con la paz porfiriana. Son luchas entre conservadores,
vinculados a la iglesia católica y las instituciones de la monarquía, y los
liberales, que buscan una República, división de poderes, el laicismo”, afirma
el investigador.
“Es sintomático del Siglo XIX mexicano que no hay un
discurso identitario de unidad. Eso será un producto del gobierno
postrevolucionario, del Estado Mexicano del Siglo XX. Las cosas que vinculamos
a la mexicanidad son de ese siglo y son muy artificiosas, como el Día de
Muertos o la estética de los charros, la comida o el mariachi. La mercadotecnia
del estado nación, ayudada por los grandes discursos cinematográficos y
literarios.”
Nace el festejo
Irónicamente sería Maximiliano de Habsburgo, Archiduque de
Austria o Maximiliano I de México, cabeza del Segundo Imperio Mexicano, quien
dotaría al aniversario independentista de su cariz más lúdico y social,
buscando detonar un sentimiento de unidad nacionalista y de distanciamiento con
la época virreinal.
“Maximiliano viene con un ejército invasor a someter a un
país soberano. No debemos de olvidar que es un gobierno espurio impuesto por un
ejército invasor. Se está aprovechando una potencia global, como era Francia,
de un estado muy débil. Maximiliano no vino a hacernos un favor, es un
monarquista convencido. No era republicano, es un mito que era más republicano
que Juárez…Es un príncipe y ferviente creyente de las instituciones
monárquicas. Era un tipo muy sensible a los ánimos de la Ciudad de México, que
fue lo que más conoció, se dio cuenta de que este festejo de la Independencia
de España, una potencia enemiga de Francia, era un buen gesto. Una celebración
que desvinculaba el pasado prehispánico y marcaba el inicio de una nueva
monarquía. Como anunciar una nueva administración”, argumenta el profesor de la
Facultad de Filosofía y Letras.
Si la celebración no obtuvo un mayor ímpetu se debió a que
“Finalmente muchas de las élites mexicanas no lo apoyaban. Había bastantes
familias influyentes que eran republicanas y no querían un príncipe extranjero.
La Ciudad de México de esos años era un caos político. Lo mismo se festejaba la
Independencia que el Día de la Candelaria. El Imperio de Maximiliano era un
poco de cartón y de salón, porque no hacía otra cosa más que bailes y emitir
bandos. Es significativo que lo haga por primera vez pero no es profundamente
importante. El festejo verdaderamente nace con el centenario, con Porfirio
Díaz.”, puntualiza el experto.
El diseño de los festejos del centenario de la Independencia
de México surge de seguir el ejemplo de otros estados que nacieron en el Siglo
XIX, como la celebración de la toma de la Bastilla en Francia o la
conmemoración del 4 de julio en Estados Unidos. Sin embargo, en México, a
diferencia de los dos países mencionados, los antagonismos políticos seguían a
flor de piel, las desigualdades sociales sólo se acrecentaron durante el
Porfiriato.
“Con las tensiones políticas y sociales del régimen
porfirista, el festejo del centenario fue el canto de cisne del Porfiriato. Se
acabó el dinero. Las imágenes de las fiestas del centenario son impresionantes.
La máquina del estado porfirista se echó a andar al máximo. El final de un
régimen que era totalmente antidemocrático y genocida, no era un cuento de
hadas como algunos quieren hacer ver. Por algo se hizo una revolución, no todos
estaban contentos”, detalla Israel Álvarez Moctezuma, a lo que añade:
“Es importante para el estado nación (celebrar), socialmente
las fiestas nacionales sirven para unir a la gente. Es lo más rescatable de
este tipo de celebraciones.”