Escuadrón 201 segunda parte
Teotihuacán en Línea. Filipinas. Fueron trasladados a la
estación de Florida Blanca por tren y de ahí en camiones a la base aérea de
Porac e integrados como parte del 58° Grupo de Pelea, mientras el grupo de
comando de la FAEM se estableció en Fort Stotsenburg. El 17 de mayo comenzaron
los vuelos de entrenamiento previo al combate, que incluía familiarización con
la zona de operaciones y procedimientos, pero existía el problema de que los 25
aviones P-47 Thunderbolt de la unidad no llegaban aún, por lo que se decidió
asignar dieciocho aviones en préstamo al escuadrón, pertenecientes a los otros
escuadrones del grupo. Aviones P-47 Thunderbolt Pilotos del Escuadrón 201 En la
lista de alrededor de trescientos hombres integrantes del Escuadrón 201,
veinticuatro fueron veracruzanos, uno de ellos Subteniente P.A. Fausto Vega
Santander (Tuxpan) quien muriera en el frente de guerra; de los restantes
sobreviven seis; Héctor Tello Pineda (Xalapa), Erasmo Meza Rivera (Tantoyuca),
Carlos R. Graillet Colorado (Martínez de la Torre), Manuel Cervantes Ramos
(Tlapacoyan), Ricardo Tinoco Lima y Lázaro Arrieta Saldaña. Héctor Tello Pineda
Combates Pese a las diferencias de lenguaje y de procedimientos de operación,
es decir, a las condiciones adversas de clima y de vuelo, las misiones de
combate de dicha unidad fueron altamente efectivas, obteniendo así el elogio y
reconocimiento del comandante de las fuerzas aliadas, el Gral. Douglas
MacArthur, así como del jefe de la 5a Fuerza Aérea, el Gral. George Kenney.
Conocidas como las “Aguilas Aztecas”, el escuadrón voló como
anexo al Grupo 58 de combate de la 5a Fuerza Aérea del Ejército de los EE.UU en
la liberación de la isla madre de Luzón durante el verano de 1945. En aquel
entonces el escuadrón consistía de treinta pilotos seleccionados de entre lo
mejor, más un personal de apoyo altamente calificado de aproximadamente 260 con
diversas especialidades de aviación: armeros, peritos en radar y radio,
inteligencia, meteorología, administración así como de mantenimiento.
Armeros preparando las bombas Pusieron en vuelo a unidades
tipo Republic P-47D bajo el programa estadounidense de alquiler y préstamo;
eran aviones caza "Thunderbolt" de un asiento con los cuales llevaron
a cabo misiones tácticas de apoyo aéreo para las tropas aliadas así como
misiones de bombardeo sobre diversos blancos. El Escuadrón 201 llevó a cabo su
primera misión de combate de forma autónoma el 7 de junio del mismo año. Las
órdenes asignadas al escuadrón mexicano fueron de dar apoyo a las tropas
aliadas de tierra.
Cumplieron misiones de vuelo de bombardeo y ametrallamiento
sobre las bases y posiciones japonesas, sobre talleres, vehículos en convoy,
emplazamientos de artillería, proveedurías de parque y materiales así como
contra concentraciones de soldados. De igual manera, fueron partícipes de
peligrosos vuelos en barrida sobre lejanos territorios y cumplieron misiones de
bombardeo sobre las islas ocupadas de Formosa (hoy Taiwán), como preludio a las
invasiones contra el Japón. El Escuadrón 201 realizó 59 misiones en compañía de
Aliados de la Segunda Guerra Mundial, lanzó 252 bombas de propósito general de 1000 libras y se
dispararon 138,652 cartuchos de ametralladora calibre 0.50. El Escuadrón 201
voló en conjunto un total de mil 966 horas en zonas de combate. Preparando el
instrumento el trabajo Las tropas aliadas en su avance por tierra en la isla de
Luzón, constantemente encontraban bolsas de resistencia japonesas o eran
atacados por concentraciones enemigas; el apoyo aéreo siempre era requerido.
Numerosas veces el Escuadrón 201 salvó a los soldados de infantería
norteamericana, atrapados por el fuego de los japoneses. En una ocasión, en que
uno de los pilotos mexicanos el Teniente Reynaldo Perez Gallardo se encontraba
hospitalizado, el paciente de la cama adjunta al darse cuenta de que no era
norteamericano, se levantó y le preguntó si pertenecía al Escuadrón 201
mexicano “Sí” respondió el Teniente Pérez Gallardo, entonces el norteamericano,
un soldado de infantería herido, efusivamente lo abrazó y le dijo, “Tú no
puedes imaginar cuanto los apreciamos, porque nos han ayudado tanto”.
Se dice que el verdadero sentido heroico en una guerra
moderna no radica en el valor personal o en cuántas victorias aéreas
individuales pudieron haber ganado, sino en la forma en que contribuyeron para
logar un objetivo o salvar la vida de sus compañeros en combate. Los pilotos
mexicanos del Escuadrón 201 participaron durante la Segunda Guerra Mundial en
la forma más moderna y sofisticada de su época. Ese es el verdadero concepto de
heroicidad que debe de ser tomado en cuenta. Se preparaban para tomar parte en
la invasión de Okinawa cuando llegó a su fin la guerra. Estados Unidos lanzaba
las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. La última misión se efectuó
el 26 de agosto de 1945, poco antes de la firma de la rendición incondicional
del Japón, el 1° de septiembre a bordo del USS Missouri, firma que atestiguaron
representantes militares de países aliados, entre ellos el Coronel Antonio
Cárdenas Rodríguez y el Capitán Radamés Gaxiola Andrade. Formar parte del
bloque aliado hizo figurar a México entre las naciones victoriosas. El
escuadrón mexicano sufrió la pérdida de cinco pilotos durante las acciones en
el frente: El Capitán 2° Pablo Luis Rivas Martínez, los Tenientes José Espinosa
Fuentes y Héctor Espinosa Galván, y los Subtenientes Fausto Vega Santander y
Mario López Portillo Regreso a México Antes de regresar a México, el 25 de
septiembre, los miembros de la FAEM develaron un monumento a sus compañeros
caídos; el monumento fue diseñado por el piloto Miguel Moreno Arreola y fue
construido con la ayuda de diez elementos del escuadrón. El águila que remata
el monumento fue realizada por el escultor filipino Tolentino. El 12 de
octubre, el Escuadrón entregó sus aviones al "Grupo de Servicios Aéreos
45" e iniciaron los preparativos para el regreso a México. Escultura y
placa memorial en Manila, Filipinas Abordaron el buque Sea Marlin el 23 de
octubre, arribando el 13 de noviembre a San Pedro, California, aunque los
primeros en llegar a América fueron el coronel Antonio Cárdenas Rodríguez, el
teniente Amadeo Castro Almanza, el subteniente Guillermo García Ramos y el
subteniente José Luís Pratt Ramos, quienes viajaron por la vía aérea tras
entrevistarse en Tokio con el general MacArthur con el fin de agradecer su
cooperación con la FAEM. Los integrantes de la “Fuerza Aérea Expedicionaria
Mexicana” “Escuadrón 201”,
fueron premiados con ascenso al grado inmediato superior y las Condecoraciones:
“Servicio en el Lejano Oriente”, “Legión de Honor de México”, “Liberación de la
República Filipina” con gafete de Recomendación Presidencial, así como las
condecoraciones estadounidenses “Eficiencia del Ejército”, “Eficiencia de la
Fuerza Aérea”, “Campaña de América”, “Campaña Asia-Pacífico” y “Victoria de la
Segunda Guerra Mundial”. Los pilotos recibieron además la “Medalla del Aire” y
el Coronel Cárdenas y el Capitán Gaxiola la “Legión al Mérito”. “Servicio en el
Lejano Oriente” Han pasado décadas de la formación de la Fuerza Aérea
Expedicionaria Mexicana (FAEM), el valeroso Escuadrón 201 que luchó en tierras
allende nuestras fronteras, permanece en la memoria histórica nacional, pero
sus acciones no se han difundido, han desaparecido de los libros de historia
escolares.
Por esa razón es justo hacer un reconocimiento público a los
que formaron parte de ese Escuadrón y todavía más a los que perdieron la vida,
todos sabían que tenían el boleto de ida pero no el de regreso, sabían que iban
a morir. En algunos lugares de la república, se han levantado monumentos y se
han nombrado calles, vecindarios y escuelas en honor del Escuadrón 201. En la
ciudad de México en el Bosque de Chapultepec cerca del Monumento a los “Niños
Héroes”, existe el Mausoleo de la “Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana”, en el
cual están depositados los restos mortales de dos de los cinco pilotos muertos
en combate