Diana, la ausencia detrás de su feminicidio
No es la soledad la que duele sino su ausencia
LA COLUMNA ROTA/ FRIDAGUERRERA VILLALVAZO
Diana Colin Hernández, nació el 14 de enero de 1988, en
Toluca, Estado de México. Desde pequeña se caracterizaba por tener un carácter
muy lindo, muy respetable, amorosa, amigable, con muchas ambiciones y siempre
queriendo superarse y ser mejor en todo lo que ella realizaba. Recuerda
nostálgica Elisa, madre de Diana.
Diana tenía 29 años, era Lic. en Turismo egresada de la
Universidad Autónoma del Estado de México, había viajado por muchos estados del
país e incluso Guatemala. En el año 2010 ella regresó a Toluca ya que había
estado viviendo en Oaxaca, donde realizó su servicio social. Y comenzó a
trabajar en un Hotel llamado “La Muralla”, mientras se titulaba. Sus planes
próximos eran conseguir empleo en otro Estado.
En el hotel conoció a un Eduardo, un Bell boy, comenzaron a
salir en el mes de noviembre de 2010, para el mes de marzo 2011 decidieron
vivir en unión libre e irse a Cancún, Quintana Roo, allá ella encontraría un
empleo mucho mejor. “Yo como madre no me opuse puesto que eran sus planes pero
le pregunté si estaba segura de irse con aquél muchacho ya que no tenían mucho
tiempo de conocerse, ella contestó que sí. Él se presentó en la casa, comentó
cuáles eran sus intenciones con mi hija e incluso nos presentó a unos de sus
familiares, ya que el resto radica desde hace varios años en Estados Unidos”.
Diana estaba muy preparada por lo que conseguir empleo era
difícil, las cadenas hoteleras le hacían saber que estaba excesivamente preparada, además estaba contenta, porque
estaba muy bien con su pareja. Ante la falta de empleo en Cancún decidieron
mudarse a Playa del Carmen, a buscar mejores oportunidades.
Elisa, al ver la situación de estabilidad que buscaba su
hija decide apoyarlos con una casa que tramitó con su crédito, para que no
pagaran rentas, porque allá son demasiado costosas, y mientras ellos se
establecían mejor. Diana obtuvo un trabajo, en ese lugar se abrieron muchas
puertas llenas de excelentes oportunidades para ella. Él por su parte, entró a
trabajar a una joyería.
Diana fue muy independiente y no le molestaba ayudar con los
gastos de la casa, hizo amigos allá y salía con su pareja de vez en
cuando. La vida de Diana, era como la de
todas.
“Nosotros tratábamos de visitarla a menudo e incluso mi otra
hija Mariana en ocasiones pasaba sus vacaciones allá, mi hermana o yo. Siempre
estábamos al pendiente de su vida. Él empezó a ser muy grosero con ella y hacía
comentarios machistas pero ella decía que se encontraba feliz, lo idolatraba.
Ahora después de todo lo que ha pasado nos enteramos que su relación fue muy
conflictiva, él la golpeaba y contaba con un carácter muy explosivo y agresivo
cuando ingería bebidas alcohólicas, pero ella nunca lo denunció e incluso la
amenazó de muerte”.
En el año 2015, luego del nacimiento de su pequeño
comenzaron a tener problemas Diana, descubrió que Eduardo la engañaba, molesta
Diana lo corre de la casa luego de que aceptara que la había engañado en varias
ocasiones.
Al estar sola Diana, obtiene el apoyo de su tía Ángeles para
ayudarle en el cuidado del bebé si tía se muda con ella a Playa del Carmen.
Diana siguió en contacto con Eduardo por el hijo de ambos. Al sujeto no le
agradaba mucho la situación, además de que no le interesaba hacerse cargo de
los gastos de manutención que le correspondían.
Al paso del tiempo Diana inició una demanda de manutención
por la falta de apoyo económico y su ex pareja renuncia a sus derechos, después
se “los regresa” y llegan a un convenio. Durante ese proceso la relación no fue
muy buen, Eduardo mantenía una constante vigilancia en la vida y actividades de
Diana. “Mi hermana observó que el era una persona muy explosiva y celosa”. Comenta Elisa.
Ante la excesiva violencia y control que el sujeto seguía
ejerciendo en la joven madre, Diana decide regresar a Toluca, no le agradaba
estar lejos de su familia además de que era muy incómodo encontrarse al padre
de su hijo, con la pareja en turno. Le
preocupaban en demasía las amenazas que recibió por parte de él cuando le
comentó que regresarían al Estado de México, Eduardo le hizo saber amenazante
que ni muerta se llevaría al niño.
Diana se establece de nuevo en Toluca a finales del año
2016, la relación no era muy buena pero ella la sobrellevaba por el niño, el
seguía al pendiente de sus actividades y le hablaba al niño cuando quería, que
por lo general era bastante tarde, cuando el ya se había dormido, no aportó más
allá de lo establecido en la pensión, etcétera.
En diciembre de 2017, Eduardo quien se quedó a vivir en
Playa del Carmen, le pidió a Diana llevar en las vacaciones de año nuevo a su
pequeño, ya que en su visita a noviembre le habían comentado que iría en fechas
próximas, fechas que no le tocaban según el acuerdo que habían firmado, además
Eduardo, le encargó unas bolsas para sus negocios. Ella accedió debido a que él
le comentó le pagaría los vuelos.
La joven madre junto a su pequeño se instaló en lo que era
su casa, entregó al niño a su padre que vivía a lado, y se mantuvo en constante comunicación con su
ex debido a que el pequeño se encontraba enfermo; así era siempre, ella siempre
estaba al pendiente. Enfatiza Elisa.
El 28 de diciembre Diana se comunicó por última vez con su
madre, también fue su última conexión en WhatsApp. “Creímos que era su celular
debido a que se le había mojado, pero Eduardo nos llamó preguntando si no
sabíamos nada de ella, posteriormente, su amiga, nos hizo saber que tampoco la
localizaba”.
La hermana, madre y tía de Diana, comenzaron a buscarla,
nadie sabía que estaba en Playa del Carmen. La angustia ya estaba instalada en
las mujeres, a las doce y minutos del día 2 de enero 2018, uno de sus amigos de
Diana les dio la noticia, en redes sociales se estaban compartiendo las fotos
de uno de los primeros feminicidios de este año, una mujer había sido
encontrada en estado putrefacto el día 01 de enero, en Playa del Carmen. Unos
minutos más tarde se comunica un vecino de Diana, asegurándoles que era ella,
aproximadamente a la una de la mañana se comunica la ex pareja y padre del
pequeño, preguntándoles que si era cierto, Mariana la hermana de Diana fue la
que contestó el teléfono le hizo saber que ignoraban si era verdad ya que
recién se enteraban, “todavía recuerdo su voz”, expresa Mariana. “Sollozó por
algunos segundos y luego siguió haciendo preguntas como si nada”. Mariana
Preguntó por él pequeño y Eduardo les hizo saber que estaba bien y que después
se contactaría con ellas, el contacto ya no llego. Ante las sospechas las mujeres salieron rumbo a Playa del
Carmen a las 17:00 horas del día 2 de enero, Eduardo marcó al celular de
Mariana, justo antes de su salida. “Me preguntó cuando llegaríamos y ofreció su
casa”. Llena de dudas Mariana le cuestionó a su madre cómo es que Eduardo tenía
su número celular si ella jamás se lo
había proporcionado acto seguido ella se
comunicaron a casa preguntando quién le había proporcionado su número pero
nadie lo había hecho, “no sabemos cómo lo consiguió ya que yo nunca se lo
proporcioné”. Reitera Mariana.
Un vecino también vía telefónica les comenta que Eduardo no
había querido ir a identificar a Diana, les hizo saber que "ya se había
amparado y que no quería problemas".
“Alrededor de las 11 de la noche llegamos a Playa del Carmen
y no nos proporcionaban información, hasta que un agente señaló que la
llevarían a Tulum para más pruebas; y que por el momento no había nadie más que
nos diera informes” ante la respuesta las mujeres regresaron nuevamente al día
siguiente, ahora las atendía el Agente Eduardo Villamil, “ el agente nos hizo
saber cómo la habían encontrado, nos tomó declaraciones, pero no nos dio
ninguna respuesta ni información clara. Mi hija le comentó que había tenido
problemas con su ex (amenazas de muerte) pero desde ese momento y hasta ahora
nos han señalado que eso "es pasado" que no tiene cabida” (Sic).
Los cuestionamientos una vez los padeció la familia de Diana
quienes sólo querían saber dónde estaba su cuerpo, una vez más la
revictimización de autoridades indolentes.
Sin asesoría jurídica como lo marca la ley les cuestionaron.
¿ Con quién iba?, ¿ a qué?. A Elisa, le solicitaron comprobara que la casa era
de su propiedad, además le hicieron saber que la casa estaría bajo custodia,
sin embargo, jamás se respetó la custodia tal como debía ser.
Las autoridades de Playa del Carmen, les hicieron saber que
era un crimen pasional debido a las heridas que le habían ocasionado, jamás les
especificaron qué tipo de heridas, solo se limitaron a decirles que fue con un
arma punzocortante, les hicieron saber que Diana, había tenido relaciones
sexuales consensuadas, sin más explicación.
El celular inservible de la joven madre no se encontraba en el lugar, la
casa estaba completamente cerrada, las puertas no habían sido violadas.
Mariana se citó con Eduardo para que les permitiera ver al
pequeño y traerlo al Edomex para que no atravesara por todo el proceso en Playa del Carmen y terminará el 2° año de
Kinder, Eduardo les argumentó que el niño era de él que ya se había asesorado
con alguien del DIF y eso le habían dicho.
Eduardo “me abrazó, me dio el pésame, sollozo por segundos,
señaló que él no había sido que no era cierto lo que habían publicado en las
redes sociales y se reincorporó. Entonces, pidió ver a Diana, le hice saber que
no era apropiado, luego de una larga platica le pedí fuera al sepelio (En el
Estado de México ) y trajera al niño pero me comentó que no podía salir del
Estado por la situación”. Comenta Mariana.
Después de insistir accedió para que las mujeres vieran al
niño por la tarde para llevarlo a comer y a través de la firma de unos papeles
en el DIF, donde se establecería la fecha de regreso del pequeño al Estado de
México. Eduardo no respeto los acuerdos.
Fue hasta el día siguiente por la mañana que les permitió
ver al pequeño solamente para despedirse de él. Todo el tiempo les negó hablar
a solas con el niño. Recién pasaron las cosas Elisa interpuso una demanda de
custodia para tener con ella al pequeño de su hija.
Fue hasta el mes de abril que le llegó el citatorio de la
demanda que interpusieron contra él. “En ese momento bloqueó llamadas y
mensajes”. El nieto y sobrino de Elisa y
Mariana, no podía ver a su familia sin la constante vigilancia de Eduardo, solo
les permitía hablar con él de vez en cuando. Fue hasta el mes de abril que le
hizo saber al niño que su mami había muerto, tres meses lo tuvo engañado,
cuando el pequeño preguntaba por su mamá el padre le decía que ahora le tocaba
estar con el, detalla Elisa.
El caso es complejo, Elisa vive en el Estado de México,
tiene que invertir dinero cada vez que tiene que estar en Quintana Roo, aunque
la Comisión de Atención a Víctimas de Quintana Roo, les brindó asesoría
jurídica, solo se concretaron a solicitar que el caso fuera turnado a
feminicidio, nunca le notificaron a la familia que los gastos, provenientes de
un crimen, más tratándose de un feminicidio debe ser cubierto por la Comisión,
lo dice claramente la ley. La CEAV de
Quintana Roo, se limitó a dejar de atender las llamadas. En la necesidad de encontrar
respuestas Elisa buscó entonces el acompañamiento de la Directora del área de
violencia del Instituto Quintanarroense de la Mujer, Yarime Martínez, quien les
hizo saber que por falta de presupuestó y porque los abogados estaban en un
curso no les era posible apoyarla. Ante la ineficacia y el desamparo
Institucional, la familia de Diana tuvo que contratar un abogado particular,
“No queremos Frida, quitar el dedo del renglón y quién le hizo eso a mi hija se
quedé sin pagar por lo que le hizo”.
En el mes de marzo después de múltiples solicitudes a la
Fiscal Lorena Anchevida a cargo del caso, les proporcionó la carpeta. No tenía
nada más que los resultados de la necropsia, Elisa comprobó que el protocolo de
feminicidio no fue aplicado a la necropsia de su hija, había testimonios de
vecinos, pero faltaban muchos más. También en ese momento sin miramientos la
Licenciada Anchevida, “muy relajada nos cuestiono, que si no sabíamos que Diana
había sido violada”. Me detalla Elisa.
La carpeta continuó igual, la respuesta constante era la
misma no había nada, nada de resultados, el sabaneo y rastreo del celular de
Diana nunca se solicitó, no se tomó en cuenta que aquella noche se vio un auto
blanco frente a la casa, que su ex pareja rondaba la casa en el tiempo que
estuvo deshabitada, “siempre se nos argumentó que lo que solicitábamos no se
podía realizar”.
El 15 de junio se realizó un segundo peritaje, duró
alrededor de 30 minutos y los peritos entraron sin ninguna protección, se citó
a su ex pareja pero no se tomó una declaración adecuada, sólo se le preguntaron
por sus actividades de aquel día. A mediados del mes de julio les
proporcionaron, por primera vez los resultados del primer peritaje lleno de
incongruencias. “Uno es ignorante en todos esos aspectos, pero por mucho que
uno sepa son tan ilógicas sus "pruebas". Ahí supimos que mi hija
tenía una blusa enrollada en el abdomen la cual desapareció y se nos señaló que
había sido un error, la casa estaba intacta, no había ningún rastro de sangre
más que en el lugar en el que ella se encontró, ilógico para las heridas que
tenía. Sólo eran fotos generales y como indicios habían tomado su calzado”.
Ahora la fiscalía de Cancún les ha cambiado a la Ministerio
Público que llevaba la carpeta, una vez más a esperar que ahora sí, realicen su
trabajo.
“ Diana no es una cifra más, no es una más a la lista, era
una persona, una mujer, una madre, una hija, una hermana, una sobrina. Con sueños,
con un hijo al cual tenía que ver crecer, con una vida como todas a las que
vilmente les han arrebatado la vida. Personas llenas de vida y proyectos que
son truncados en un abrir y cerrar de ojos”. Concluye Elisa.
Desde el día 02 de enero me comuniqué vía telefónica con
Mariana, ellas preocupadas no quisieron hablar en ese momento, por seguridad
del pequeño, su historia la pospusimos en dos ocasiones, hace unos días Elisa
desesperada me pidió ya escribir la historia de vida de Diana, el viacrusis que
han padecido desde hace ocho meses y me enfatizó. “Hacemos esto por ellas
porque no se merecían lo que les hicieron, porque ya no están aquí para exigir
justicia, pero nosotras sí y seguiremos alzando la voz, aún con los pies
cansados, hartas, llenas de desesperanza, porque solo merecemos, justicia y
verdad, para todas.
septiembre 2018
Eres madre, padre, hermana, hermano, hijo, hija de una mujer
víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame
a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.
@FridaGuerrera
fridaguerrera@gmail.com