Segundo Debate Presidencial
Teotihuacán en Línea. Redacción. El segundo debate estrenó
un formato de mayor interacción entre los candidatos presidenciales. Bajo la
temática de México ante el Mundo, el puntero de las encuestas, Andrés Manuel
López Obrador y el abanderado panista, Ricardo Anaya Cortés, cruzaron ataques a
sus propuestas, sus trayectorias personales y sus virtudes y defectos en sus
campañas como preámbulo a la recta final de la elección presidencial.
En contraste, el priísta José Antonio Meade fue relegado del
debate, a pesar de sus intentos por fijar agenda respecto de sus propuestas, o
bien, en las alusiones personales que lanzó hacia sus adversarios, López
Obrador y Anaya. Mientras que el candidato independiente, Jaime Rodríguez, no
resaltó a lo largo de las casi dos horas de debate entre los candidatos.
Entre los temas a discutir, los candidatos presidenciales
abordaron la necesidad de renegociar el Tratado del Libre Comercio. En
particular, sobre la condición del salario mínimo en el país. López Obrador
afirmó que en la franja fronteriza se debe incrementar al “doble el salario
mínimo”, tras explicar que en Estados Unidos llegan a ganar hasta diez veces
más. “No podemos hablar de tratado comercial sino se puede ganar igual”,
insistió.
El abanderado de Morena destacó que el salario mínimo ha
sufrido mucho deterioro. “En el 88 alcanzaba para comprar cincuenta kilos de
tortilla, ahora alcanza para comprar seis kilos de tortilla”, afirmó.
En su oportunidad, el candidato de la coalición Por México
al Frente, Ricardo Anaya sostuvo que no sólo se trata de que haya trabajo, sino
que de exista una buena remuneración. Afirmó que el salario mínimo deberá
fijarse en cien pesos diarios, hasta llegar a una meta de duplicarlo en los
primeros cuatros años de su mandato. Además de que las quince millones de
personas que ganan menos de diez mil pesos en el país no pagarán ISR.
Jaime Rodríguez agregó: “No debe existir el salario mínimo.
Esa es una mafia. Muy poquitos (sic) ricos y muchos pobres. El asistencialismo
mata y miles de mexicanos viven de la dádiva”, explicó.
Por su parte, el candidato del PRI, José Antonio Meade
aseguró que el comercio y la inversión deben servir para cerrar brechas, para
lo cual se generarán condiciones para mejorar y trabajar con las familias.
“Aquí están compitiendo como con López Portillo para ver quién fija los
salarios mínimos por decreto”, expuso para referirse a las propuestas
electorales de López Obrador y Anaya.
Otro de los temas, planteó la posible postura que asumirán en
sus respectivos gobiernos frente a Donald Trump. Ahí, Andrés Manuel López
Obrador señaló que los gobernantes de México no han tenido autoridad moral y
por lo mismo autoridad política para mantener una postura firme ante los
Estados Unidos. Luego de admitir que Donald Trump ha ofendido al gobierno y al
pueblo de México, agregó que “se debe fortalecer el mercado interno y rescatar
al campo del abandono en que se encuentra, ser autosuficientes en alimentos, y
ser fuertes y no nos va a importar ninguna amenaza de algún gobierno
extranjero”, explicó.
Ricardo Anaya consideró un error histórico haber recibido a
Donald Trump en su calidad de candidato republicano, por parte del presidente
Enrique Peña Nieto. “En política no se comente errores, se comete uno y lo
demás son consecuencias. No sólo fue un error sino una ofensa para el pueblo
mexicano”, añadió. Agregó que “a los tiranos no se les apacigua, se les
respeta”. Enseguida expuso que “Cuando Trump vea firmeza vamos a merecer
respeto, estoy seguro que esa es la vía. Se pone todo en la mesa de
negociación, se actúa con valor y con dignidad”, dijo para referir su postura
frente a Trump. Mientras que José Antonio Meade, rehuyó referirse a la visita
de Donald Trump a México en su campaña presidencial.
El priísta indicó que no anticipaba que Trump fuera a ganar,
aunque en su momento se denunció su postura fascista en agravio de los
mexicanos. “No voy a permitir que se nos falte el respeto jamás”, añadió.
Acerca de las estrategias de seguridad fronteriza, Ricardo Anaya
afirmó que se debe combatir la corrupción, promover el deporte, la cultura, así
como exigirle a Estados Unidos que también haga su parte. “Alrededor de
doscientas mil armas entran todos los años de Estados Unidos a México y ellos
no están haciendo absolutamente nada”, explicó. A pregunta expresa de los
moderadores, dijo: “No creo que en este momento legalizar una droga pueda ser
la solución para el tema de la violencia”. Mientras que José Antonio Meade,
admitió que a través de la frontera norte se trafican las armas que llegan a
los delincuentes y el dinero que fortalece a la delincuencia organizada que no
sólo es narcotráfico: es robo, trata de personas. El excanciller reconoció que
no existen protocolos para identificar el paso de armas de los Estados Unidos.
Se comprometió que en su primer año de gobierno se fijará “un protocolo
tecnológico frente a las armas en las aduanas”. A lo largo de su intervención,
y de forma reiterativa, López Obrador insistió en que la mejor forma de
afrontar los problemas del país transita por el combate a la corrupción, como
un mecanismo para abatir la desigualdad, la delincuencia y hasta la migración
de mexicanos a los Estados Unidos. “La violencia no se puede combatir con
violencia. La estrategia ha sido fallida. Tiene que haber crecimiento económico
para que haya paz, empleo y tranquilidad. El ladrón que más daña es el de
cuello blanco, el político corrupto”, consideró. Mientras que Ricardo Anaya
intentó confrontar a López Obrador, para encararlo conforme al formato del debate,
a quien acusó en su gestión como jefe de gobierno del extinto Distrito Federal
de haber registrado la más baja inversión privada en la capital del país.
Cuando se encontraron frente a frente, Andrés Manuel sacó su billetera y dijo:
“es mejor cuidar mi cartera”, mientras la escondía de la vista de Anaya con los
brazos cruzados. El tabasqueño lo tildó de faltar a la verdad, bajo el
argumento de que había reportado cifras de alta inversión durante su mandato, y
decir que el libro que argumenta haber escrito el panista, se llama “Las
Mentiras de Anaya”. Los candidatos Meade y Rodríguez Calderón acusaron que el
único conocimiento que tiene Anaya sobre política migratoria, es la ciudad de
Atlanta, donde estudiaron sus hijos algunos años escolares de primaria. El
panista sostuvo que tanto José Antonio Meade como un hijo de López Obrador,
también habían determinado estudiar en el extranjero, el primero en Estados
Unidos y el segundo en España, lo que no los hace más nacionalistas. Aludido
por Anaya, el candidato presidencial de Morena sólo atinó a decir: “Ricky
Riquín Canallín”, para posteriormente cuestionar los ingresos familiares los
cuales presuntamente ascienden a una cifra superior a los cuatrocientos mil
pesos. Mientras que Jaime Rodríguez Calderón, insistió en que los tres
candidatos postulados por los partidos políticos son parte del problema, por lo
que insistió en que votar por un candidato independiente será una opción de
consolidar el sistema de pesos y contrapesos, y de atender las necesidades de la
población