Juan Orozco Álvarez, policía que habla 6 idiomas
Juan Orozco Álvarez pertenece a la Policía Auxiliar, que
está adscrita al 58 agrupamiento; domina inglés, francés, italiano, alemán,
japonés y coreano; estudia el chino mandarín.
Este hombre, de sesenta y seis años trabaja en el módulo de
información turística ubicado afuera de la iglesia de San Juan Bautista, en
Coyoacán, y diariamente son requeridos sus servicios para atender entre
veinticinco y treinta personas extranjeras que visitan la Ciudad de México.
“Se sorprenden cuando se dan cuenta que hablo su idioma,
quedan maravillados, admirados; se toman fotografías conmigo para llevarlas a
su país y enseñarlas a sus familiares y amigos, pues le parece increíble que
aquí alguien hable por ejemplo japonés”, relata.
Con orgullo, porta el uniforme de Policía Auxiliar, adscrito
al 58 Agrupamiento, pues afirma que esa corporación le abrió las puertas cuando
era joven, lo que le permitió poner en práctica su vocación de servicio; además
le ha permitido sacar adelante a su familia.
El elemento policiaco ejemplar, recuerda emocionado que el
primer idioma que aprendió fue el inglés, después francés, italiano y alemán;
los cuatro los curso en el Centro de Lenguas Extranjeras (Cele) de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Luego, de manera autodidacta, a través de libros y discos
que me mandaron amigos que tengo en Estados Unidos, aprendí japonés y coreano;
ahora de la misma manera estudio chino mandarín, el cual hablo en un cinciuenta
por ciento”, comenta.
Las expectativas de don Juan no terminan ahí; su intención
es seguir superándose y por eso entre sus planes se encuentra llegar a dominar
el idioma árabe y el hebreo, los cuales piensa estudiar en los próximos dos
años.
Este policía ejemplar, oriundo del Distrito Federal y que
actualmente vive en un inmueble ubicado en la colonia Del Mar, delegación
Tláhuac, revela no conocer ningún otro país, pero no pierde las esperanzas de
cumplir su sueño de visitar la ciudad de Nueva York.
A mí me gusta mucho donde estaban las Torres Gemelas; ojalá
y mi esposa que se encuentra delicada de salud se mejore para viajar a ese
lugar y escuchar música de Benny Goodman, Ray Connif y Glenn MiIler, sería
fantástico”, dice emocionado.
Explica que todos los días se levanta a las cinco de la
mañana.
A las siete sale para dirigirse a su trabajo y regresa a las
once de la noche a su domicilio, donde sus vecinos ignoran que habla seis
idiomas y que es policía.
“En mi casa tengo guardaditos con candado mis libros y
discos, nadie puede agarrarlos, son mi mayor tesoro, al igual que mi esposa
Lourdes Delgado García y mis hijos Juan David, de treinta y tres años y Norma
Angélica, de cuarenta y tres, quienes ya me hicieron abuelito, pues cada uno
tiene dos hijos”, detalla.
Al cuestionarle el motivo por el cual no abandona la policía
y busca trabajo en otro lugar, reflexiona y contesta que si hace veinte años
hubiera hablado seis idiomas habría sido fácil conseguir alguna oportunidad,
pero ahora las cosas son diferentes.
“He ido a hoteles, agencias de viajes y a varias
dependencias donde me han hecho exámenes, pero cuando me preguntan mi edad y
les digo que tengo 66 años, me dicen que deje su solicitud y nosotros le
hablamos, lo cual no ha ocurrido”, cuenta sin perder el buen ánimo