500 años de la Batalla de Otumba
Teotihuacán en Línea. En la semana del 30 de junio al 7 de
julio de 1520, hace 500 años, el conquistador español Hernán Cortés pasó del
llanto de la derrota en la Noche Triste al gozo de la victoria en Otumba, la
batalla que desencadenó los sucesos que llevaron a la conquista de
México-Tenochtitlán.
“Otumba es importante porque determina la conquista”,
asegura el historiador mexicano Nazario Sánchez Mastranzo al rememorar esta
batalla que tuvo lugar el 7 de julio de 1520, una semana después de que las
fuerzas de Cortés salieran de Tenochtitlán con una dolorosa derrota a cuestas.
Israel Lazcano, cronista de Otumba, coincide con Sánchez
Mastranzo y afirma que en esa batalla se “Definió el futuro de México, se
decidió si se quedaban los mexicas o los españoles” con sus aliados indígenas.
Al abandonar México-Tenochtitlán y con el duelo de la
derrota en la que perdió unos 400 soldados, Cortés toma la determinación de
bordear el lago por el norte para refugiarse en Tlaxcala, para entonces sus
principales aliados en tierras hostiles.
Pero los escollos surgen en el camino. El emperador
Cuitláhuac, sucesor de Moctezuma Xocoyotzin, envía a Matlatzincátzin, su
cihuacóatl (jefe militar) a hostigarlos, perseguirlos y a organizar a los poblados
para combatirlos.
“Los mexicas se envalentonaron después de haber expulsado de
su ciudad a los españoles y en Otumba pudieron acabar con ellos pero no
aprovecharon el momento, se replegaron”, dice Sánchez Mastranzo, experto del
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Tlaxcala.
Señala que los tlaxcaltecas no pudieron llevar a los
españoles ni refuerzos ni alimentos y se cuenta que incluso muere el caballo de
Cortés por lo que tiene que cambiar de caballo. “Un elemento simbólico porque
el caballo es la otra parte de la fuerza del conquistador”, resalta.
Matlatzincátzin reunió a un numeroso contingente cuya cifra
depende de las fuentes consultadas, doscientos mil según Fernando de Alva
Ixtlilxóchitl o tres mil de acuerdo a Alfredo Chavero y dio alcance a los
españoles en las llanuras de Otompan (Otumba en náhuatl cuyo significado es
lugar de otomíes).
Las fuerzas de Cortés estaban integradas por entre 400 a 600 expedicionarios
españoles y un par de millares de aliados tlaxcaltecas.
La historia señala que los españoles vieron a un enorme
ejército militar desde una loma alta. El tablero estaba listo para uno de los
combates más significativos de la conquista de México.
Aislados, sin posibilidad de recibir ayuda, los españoles y
los tlaxcaltecas resisten los embates; los indígenas atacan sin cesar, la
batalla se prolonga más de cuatro horas, lo que constituye una referencia del
concepto de la guerra, la estrategia y las armas de ambas culturas. Para
entonces, Cortés entiende bien la idiosincrasia bélica y el concepto indígena
de combate que tenia como fin hacer prisioneros a sus rivales para
sacrificarlos después a los dioses. Entonces en medio del fragor, Cortés decide
ir a por el Cihuacoatl sabedor de que si lo apresa o lo mata, los enemigos se dispersarán
del campo de batalla.
Acompañado por cuatro de sus capitanes, a caballo, se abren
paso a rajatabla hasta Matlatzincátzin. Cortés lo derriba y Juan Salamanca le
da muerte y toma su estandarte. Los indígenas se dispersan y los españoles se
alzan con la victoria.
LOS MITOS Y SIGNIFICADOS DE OTUMBA
De esta batalla se dice que se apareció el Apóstol Santiago
a caballo para salvarlos del asedio de los aztecas, aludiendo así al concepto
milagroso, y “de ahí surge la imagen del Santiago mata indios”, comenta Sánchez
Mastranzo.
“En Otumba chocaron dos formas de concebir la guerra. Para
los españoles es aniquilar al enemigo, para el mexica no, lo que importa es
tomar prisioneros y llegar con ellos ante los sacerdotes para ser sacrificados
como alimento a los dioses y ser reconocido como guerrero noble”.
Finalmente, Cortés llega a Tlaxcala. Con el respaldo de sus
aliados reconstruye su ejército y para mediados de 1521 está listo para lanzar
el sitio a México-Tenochtitlán, que se rinde el 13 de agosto de 1521.
LA MEMORIA DE OTUMBA 500 AÑOS DESPUÉS
En plena pandemia de coronavirus, Otumba se prepara este
lunes para una ceremonia virtual por los 500 años de esta trascendental batalla
que fue definitoria y a la cual debemos darle la importancia que tiene, explica
a Efe el cronista Israel Lazcano.
“Se está preparando una ceremonia en el monumento que se
conoce como La Mojonera, una ceremonia ritual. Teníamos pensado antes de la
pandemia hacer un evento masivo, pero no será posible”, apunta.
La Mojonera es un montículo de piedra coronada con una cruz
del mismo material, pintadas de blanco con la leyenda: “En memoria de los
guerreros caídos el 7 de julio de 1520” .
Lazcano comenta que entre los planes para conmemorar la
batalla se encuentra la de recordar al jefe de los guerreros mexicas,
Matlatzincátzin, como “el héroe de Otumba”
La hora por favor porque quiero ir
ResponderEliminarSí los mexicanos nunca se hubieran traicionado entre sí, los españoles nunca hubieran hecho lo que hicieron en tierras mexicanas.
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