Teotihuacán era mejor lugar para vivir que la antigua Roma o Egipto, afirman especialistas
Teotihuacán en Línea. Redacción. Cada año, millones de
turistas visitan las imponentes pirámides y templos de la extensa metrópoli
Teotihuacán, muy lejos de donde se encontraron los más recientes vestigios en
el extremo sur de la ciudad.
En torno, especialistas indicaron que fragmentos de murales
prehispánicos recientemente desenterrados en las afueras de la que fue la
ciudad más grande de América, suman la evidencia de que incluso los pobladores
comunes disfrutaron las cosas buenas de la vida.
“Hemos encontrado ahora que la vida en la periferia era
bastante buena”, dijo David Carballo, arqueólogo de la Universidad de Boston,
quien descubrió coloridas pinturas sobre estuco en tres edificios que comenzó a
excavar en julio.
Decorados con flores y pájaros que parecen estar cantando,
los murales evocan un paraíso y fueron hallados a casi tres kilómetros del
núcleo de Teotihuacán, una completa sorpresa, según Carballo.
El arqueólogo y su equipo también han encontrado otros
signos de riqueza, incluyendo jade, una máscara de piedra finamente tallada y
conchas de las costas mexicanas del Pacífico y del Atlántico.
Los inéditos murales apuntan a un comportamiento radicalmente
diferente en Teotihuacán que prosperó aproximadamente entre el año 100 a .C. hasta el 550 d.C.
comparada con otras civilizaciones de la antigüedad.
“En un momento en que la vida cotidiana en las ciudades maya
contemporáneas, o la antigua Roma y Egipto, estaban marcadas por la prevalencia
de una pequeña élite sobre masas empobrecidas o esclavizadas, a la mayoría los cien
mil habitantes de Teotihuacán les fue mucho mejor”, dijo.
Los arqueólogos afirman que una próspera economía artesanal
poblada por lapidarios, alfareros, confeccionistas y trabajadores de obsidiana
que fabricaban afiladas cuchillas, hicieron de Teotihuacán una urbe rica.
Cerca de donde se encontraron los murales en Tlajinga,
Carballo y sus colegas también excavaron lo que habría sido un bullicioso
taller de obsidiana que probablemente produjo un estimado doscientas mil
cuchillas durante su vida útil.
En el distrito La Ventilla de la misma ciudad, otro aspecto
del carácter igualitario de Teotihuacán salta a la vista: apartamentos de
piedra donde más del noventa por ciento de los teotihuacanos vivió.
Fuera de los límites para los turistas, las calles estrechas
del residencial La Ventilla sugieren una existencia urbana densamente poblada.
Los recintos cuentan con pisos de yeso blanco, sistemas de drenaje, patios al
aire libre y murales.
El arqueólogo de la Universidad Estatal de Arizona, Michael
Smith, quien lidera un laboratorio de investigación en Teotihuacán, previamente
calculó la riqueza de la ciudad basada en el tamaño de sus casas.
En una escala donde 1.0 significa que un hogar posee todo y
cero indica igualdad total, el llamado índice de Gini de Teotihuacán llegó a
0.12, lo que Smith describió como un sorprendentemente bajo nivel de
desigualdad para una sociedad preindustrial.
El hogar promedio en Teotihuacán tenía alrededor de 200 metros cuadrados ,
aproximadamente el área de una cancha de tenis, mientras que las viviendas
típicas en el Imperio azteca medían alrededor de 25 metros cuadrados .
Los datos de entierro compilados por Carballo muestran que
en Teotihuacán los plebeyos crecieron a una altura similar a las élites. Por el
contrario, en los antiguos Egipto y Grecia, los plebeyos eran hasta nueve
centímetros más bajos que los miembros de la realeza
Con esta noticia es para valorar más Teotihuacán y cuidar nuestros monumentos que hasta hoy tenemos el privilegio de admirarlos
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