En voz alta Margarita, perdió el rumbo
Teotihuacán en Línea. Por: Gerardo Viloria. El pasado
viernes 6, por parte de MARGARITA ESTER ZAVALA GÓMEZ DEL CAMPO, concluyeron dos
años de encuentro y exigencia con la dirigencia nacional del Partido Acción
Nacional (PAN) para que ese instituto le brindara la viabilidad de ser su
candidata a la Presidencia
de la República
en la contienda del próximo 2018.
Al no lograr su pretensión, renunció a su partido para
intentar lograr su aspiración por la vía independiente.
En su dimisión arguyó que la dirigencia de RICARDO ANAYA
CORTES, al cancelar la vida democrática y causar una “gran división” interna
del PAN, la obligó a participar de otra manera en el proceso electoral.
¿Con qué autoridad moral MARGARITA ZAVALA predica de
democracia cuando en el sexenio de FELIPE CALDERÓN el presidente manejó al PAN
al más puro estilo del partido del gobierno?
¿Se olvida de que CALDERON quiso imponer a ERNESTO CORDERO
como candidato del PAN a la presidencia en el 2012 y no pudo?
Por otra parte, más allá de las reflexiones respecto a quién
beneficia o perjudica su conducta, si es o no instrumento del Partido
Revolucionario Institucional(PRI); la misma refleja, por parte de los cercanos
a MARGARITA, una ambición política y de interés por encima de cualquier
escenario. Veamos.
El 15 junio de 2015, aunque no tenía alianzas dentro de su
partido, MARGARITA ZAVALA anunció su proyecto presidencial y comentó que
confiaba en que conocía al panismo, por tanto, creía que “decidiría bien”.
Adicionalmente, el analista político y ex Senador panista
JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ PRATS, en el Consejo Nacional del PAN, en abril, acusó a
FELIPE CALDERON de pretender imponer a su esposa como candidata, como lo hizo
desde Los Pinos con los presidentes GERMÁN MARTÍNEZ y CÉSAR NAVA.
Hace unos días, la propia MARGARITA mencionó en el programa
de CIRO GÓMEZ LEYVA que evaluaría todas las opciones para contender por la
presidencia.
A parte de ello, manifiesta, al igual que “El Peje”,
engreimiento; una posición mesiánica.
Se juzga, ella misma, como salvadora de nuestro sistema
político. Repara: Quiero crear un proyecto de nación que “dignifique la
política y beneficie a los ciudadanos”, en especial a los que ya no creen en
los partidos políticos.
También, a pesar su militancia panista de 33 años, carrera
legislativa, ser ex Primera Dama de México, en las cuales nunca sobresalió,
evidencia negación de las raíces de la política, naturaleza de la historia y
del poder.
La política llevará siempre la marca del cálculo,
estrategia, la fuerza, el conflicto y el azar.
En cuanto a la historia, ésta fluye y, respecto al poder,
éste muestra el control; es decir, la capacidad de hacer que los demás hagan lo
que uno desea que hagan.
MARGARITA prueba carencia de ello cuando al solicitar a su
hermano JUAN IGNACIO no declinara al PAN, éste lo hizo el 24 de septiembre de
2014. Lo cual afirma, no tener eco ni en su propia familia.
Además, ella y FELIPE CALDERON lo confirman al ser incapaces
de convencer, simplemente, a RICARDO ANAYA de abandonar sus aspiraciones
presidenciales, o bien, de convocar a los panistas para defender a su partido.
Si algo tan elemental no se logró, en este contexto la
pregunta que surge es: ¿Cómo pretende aspirar a conducir los destinos de una
nación donde se encuentran al mismo tiempo que los poderes institucionales, los
poderes fácticos estatales, nacionales y extranjeros con intereses
particulares, grupales y corporativos muy poderosos, con características muy
singulares y donde política, poder, mediación, diálogo y consenso son
imprescindibles?
Ante ello, vale considerar que MARGARITA ZAVALA perdió el
rumbo
Es una decepción que Margarita deje al PAN
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