En voz alta
Del Mazo, tiene la palabra
Teotihuacán en Línea. Por: Gerardo Viloria. ¡Al fin
llegamos!, expresó JOSHEP KENNEDY, poco antes que su hijo JOHN F. KENNEDY,
tomara protesta como el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, el
20 de enero de 1961.
Sin duda, en paralelismo, cercanos al actual gobernador del
Estado de México, ALFREDO DEL MAZO MAZA, refirieron “No hay día que no llegue
ni plazo que no se cumpla”.
En este contexto, el pasado viernes 15, luego que la Sala Superior del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)
validó la elección, ALFREDO DEL MAZO, rindió protesta ante el Congreso local
como nuevo gobernador del Estado de México, para el periodo 2017-2023.
De esta forma, ALFREDO DEL MAZO MAZA, de 41 años de edad,
logra la trilogía gubernamental, al ser descendiente de dos ex gobernadores de
esta entidad federativa.
Detrás de lo anterior, hubo un proyecto muy bien definido,
así como de un camino largo lleno de vicisitudes.
Llega a dirigir los destinos, en muchos aspectos, del estado
más relevante del país; donde se asientan más de 16 millones de personas.
Lo hace, en la coyuntura de un proceso dialéctico de
sobresaltos, incertidumbre, agobios y expectación social.
Cuando el reloj de la historia fija una época de grandes
retos, en la cual, el Estado de México rompe récord de expresión orgánica
negativa.
Cuando, entre otros, la inseguridad, violencia y corrupción
son principales indicadores.
Cuando esta porción del territorio nacional ocupa los
primeros lugares de intemperancia contra las mujeres.
Cuando sus habitantes se instalan en el primer sitio de
asaltos en el transporte público.
Cuando –como señala mi colega Héctor Moctezuma- las
policías, tanto la estatal como las municipales ocupan el nada honroso primer
lugar en corrupción, fenómeno que se da también en la Procuraduría de
Justicia del Estado en donde las víctimas del delito tienen que pagar a los
ministerios públicos y la policía judicial para que se investiguen sus
denuncias.
Cuando la entidad cuenta con 8.2 millones de pobres, con más
de 4 millones de personas sin servicios de salud y cuando casi 7 millones de
mexiquenses padecen inseguridad alimentaria.
Cuando el malestar y hartazgo ciudadano por engaño, falta de
opciones y propuestas se transforma en agresividad.
Cuando existe una desconfianza generalizada contra la
política, lo político y los políticos.
Cuando los partidos políticos son subclase insuficiente para
encausar las demandas del colectivo social.
Cuando para 2018 habrá elecciones de presidente de la República , senador,
diputados federales, locales y ayuntamientos municipales.
Cuando la urgencia de la hora, la gran movilidad social y
plural, obligan a enfrentar un futuro que ya está con nosotros.
Sin duda, la carga histórica para resolverlos es muy alta.
Ante ello, los integrantes de su gabinete tienen significativo deber,
compromiso y responsabilidad.
Frente a esto, los mexiquenses tienen el mejor de los
derechos: el de la certidumbre; por ello, abrigan del nuevo gobierno
congruencia entre pensamiento y quehacer para generar y alcanzar lo cardinal de
los intereses comunitarios.
En esa perspectiva, ALFREDO DEL MAZO MAZA, tiene la última
palabra
En lo particular no creo en los políticos,pero ojalá este gobernador trabaje para combatir tantos Asaltos y asesinatos.
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