jueves, 26 de febrero de 2015

Óptica Ciudadana

BIRDMAN


Teotihuacan en línea. Artículo de José Luís Hernández Jiménez. Está bien que nos congratulemos porque haya mexicanos que, por su propio esfuerzo y talento, triunfen en el extranjero; Pero no esta bien que el entusiasmo, dé lugar al oportunismo, alegando que “El triunfo es de todo México”.
Está bien que el principal triunfador de este año, en la fiesta número 87 del reparto de Oscares de la Academia Cinematográfica de los Estados Unidos – Mejor Guión, Mejor Director y Mejor Película - aproveche la ocasión para decir su verdad; Pero no está bien que, siendo mexicano, afirme fuera del país, que desea “que algún día, construyamos el gobierno que nos merecemos”, cuando desde hace varios años, ni siquiera vive en México.
Don Alejandro G. (que porque los gringos no pueden pronunciar “González”, pide solo usar la “G”), Iñárritu, merece todo tipo de porras, abrazos, admiraciones y felicitaciones, por Birdman, su película, que fue la ganadora. Gran película, sin duda, aunque yo, que soy el último de los cinéfilos de este país tercermundista, considero que son mejores La Teoría del Todo, Selma, Inquebrantable y el Francotirador. Las tres primeras sobre la grandeza del ser humano y la cuarta sobre la complejidad del mismo. Pero como un servidor no es uno de los 1600 afamados socios de joligud, que votan para elegir a los mejor de su industria, pues no tengo vela en el entierro, digo en dicha gran fiesta.


Las películas de don Alejandro – Amores Perros, 21 Gramos, Babel, Biutiful y ahora Birdman - son muy buenas. El talento de González Iñárritu, ha logrado que casi todas sus películas hayan sido realizadas con presupuesto foráneo. Se dice que su principal apoyador, Miguel Alemán Magnani, propietario de Interjet, y nieto de uno de los Presidentes mexicanos mas voraces, que hemos tenido, ha jugado un gran papel en ese sentido. Y está bien. Si la industria del cine nacional por andar de capa caída, no lo apoya, hay que buscar apoyo en donde se pueda.
Se sabe que nuestro cine, es decir, el cine nacional anda tan mal, que en México solo es visto por el 10 por ciento de los nacionales, mientras que el cine joligudense es visto ¡en nuestro propio territorio! por el 90 por ciento de quienes acuden al cine. Claro, los que ganan con ello, son los dos monopolios, Cinepolis y Cinemex. Y es que, además, es muy caro el boleto, 50 pesos en promedio (sin contar lo que se gasta en las palomitas y los chescos); Mientras que en países como India, el precio promedio del boleto para entrar al cine, cuesta el equivalente 15 pesos.    
La Presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, y excelente actriz, Blanca Guerra, dice que “a pesar de que el cine mexicano se encuentra en buen estado, los criterios del mercado en la industria cinematográfica, dejan fuera propuestas interesantes. No creo que compitamos con las películas hollywoodenses. Están en otra categoría y en otro nivel”.
Pero en el pasado, el cine nacional ha brillado a nivel mundial y como industria, no solo como esfuerzo personal. Por cierto, se puede decir que nuestro país siempre ha brillado en la entrega de los premios joligudenses, porque da la casualidad que el modelo para elaborar la estatuilla del Oscar, fue nada menos que el cuerpo de Emilio “El Indio” Fernández, célebre actor y director mexicano, de la época de oro de nuestro cine. 
Y otros mexicanos – aparte de Emmanuel Lubezki, quien como fotógrafo cinematográfico lleva dos Oscares, Alfonso Cuarón, Oscar como mejor Director el año pasado y otro (cuyo nombre se fue de mi memoria de pollo), que ganó un Oscar por los efectos especiales de El Exorcista –, como Lupe Vélez, Dolores del Río, Katy Jurado, Ricardo Montalbán, Anthony Queen, también han brillado en aquella industria, ya no digamos en otras latitudes, como Pedro Infante, Maria Félix, Jorge Negrete, El Santo, o en otros ámbitos, como los Premios Nóbel, Alfonso García Robles, el de la Paz, y Octavio Paz, el de Literatura; el premio “Príncipe de Asturias”, a Carlos Fuentes y a José Emilio Pacheco, o esos otros mexicanos que sin grandes premios a la vista sí han tenido reconocimiento internacional, como Frida Kalho, Diego Rivera, Juan Rulfo,  Heberto Castillo, Enrique González Camarena, Carlos Slim, Hugo Sánchez, y la inmortal Sor Juana Inés de la Cruz, entre muchos mas (y hay que recordar que actualmente, el mejor profesor de matemáticas en Alemania, ¡es mexicano!).
En fin, que nos debe dar gusto haber tenido o tener, a mexicanos talentosos, y reconocidos a nivel internacional y en diversos ámbitos, como a los mencionados y a otros que por ahora no recuerdo. Por lo pronto admiremos o volvamos a admirar a Birdman del buen Chivo, Alejandro G. Iñárritu. ¿Va?                 
Notitas: Una.- Que por el clima de violencia, antes se hablaba de “colombianización” y hoy hasta el Papa Paco, habla de “mexicanización”. En lugar de enojarnos, deberíamos ayudar para superar dicha situación. Dos.- Que por la proliferación de tiendas de autoservicio como Wallmart, gracias a múltiple permisos otorgados por Marcelo Ebrard, cuando fue Jefe de Gobierno del DF, a su carnalito Eugenio Ebrard, que era Gerente de esas tiendotas, y que dice que a Bancos de Suiza “solo” envió 700 mil dólares, miles de misceláneas en el centro del país, han quebrado o están en la ruina: Muy bonito, muy bonito. Tres.- Que a pesar de que los Partidos registrados tienen cada día, peor imagen ante los ciudadanos, se pusieron sus moños dejando solos en su sesión, a los Consejeros del INE, ¡Pos estos! Cuatro.- Que eso que ahora llaman izquierda, tampoco entiende que no entiende, pues por un lado el PRD, aplicó el nepotismo puro en la designación de sus candidatos a cargos de elección popular y, por otro, el MoReNa, acabó aplicando la ley de los casinos, es decir, el sorteo, colocando para ello, 12 tómbolas, para designar los cargos de elección popular que no había designado su máximo líder (¡!) Cinco.- Que en 1968, se acusó a los estudiantes de aquel Movimiento Estudiantil Popular, de mancillar la bandera nacional, porque una mañana de ese año, en el asta bandera del zócalo capitalino, apareció una bandera rojinegra. De inmediato se desató una brutal represión. Este 24 de febrero de 2015, estudiantes normalistas y profesores de Guerrero, colocaron en el asta bandera de Iguala, cuna de la bandera nacional, una bandera con la marca de “43”. Y nada pasó. ¡Luego dicen que nada ha cambiado! Seis.- Que si ya se animaron, estimados lectores, a hacer ejercicio diario. ¡A ver a qué horas, eh!

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