jueves, 15 de enero de 2015

Óptica ciudadana

El SNAC


Teotihuacan en línea. Artículo de José Luís Hernández Jiménez. En la lucha contra los deshonestos, se está creando desde el Congreso, un Sistema Nacional Anti Corrupción (SNAC). ¡Hasta dónde hemos llegado! Porque no se trata de casos aislados de corrupción, uno por aquí y otro por allá, y que sucedan de vez en cuando. No. Donde quiera que se le rasque, sobre todo en la vida pública, pero también en la privada, sale pus. Repito, tampoco es algo nuevo.
Ignoro qué propuestas, nuestros HH legisladores, van a discutir para crear el citado Sistema. Se sabe que 32 Organismos Sociales, de esos que son pequeños en número pero que dan mucha lata, a mediados del año pasado presentaron una propuesta al Congreso. Luego, los del PAN la retomaron y presentaron la suya. 
En suma, esos 32 organismos proponen:
Que se constituyan un Tribunal Federal de Cuentas y una Fiscalía Anticorrupción; Que se fortalezcan la Secretaria de la Función Pública y la Auditoria Superior de la Federación; Que se aprueben dos Leyes Nacionales, una Anticorrupción y otra de Fiscalización; y que se refuerce la actual Ley General de Responsabilidades de los Servidores Públicos.


Por su parte, los señoritos del PAN, proponen que las instancias de los tres niveles de gobierno, encargadas de combatir la corrupción, se coordinen para que crear lo que sería el SNAC; que se forme un Comité Ciudadano por la Ética Pública, encargado de constituir Observatorios Ciudadanos, para la vigilancia de la vida pública; Que se creen 2 organismos independientes del Poder Ejecutivo, para auditar los recursos públicos y para investigar casos concretos de corrupción para evitar la impunidad; Y que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal, sea la base para la creación del Tribunal Federal de Cuentas. 
Si todo eso se aprobara, ¿servirá para frenar la inmensa corrupción que se da en nuestro país? Sinceramente, mis estimados, tengo mis recochinas dudas al respecto.
Porque, ¿cuándo nació la corrupción acá, entre nos? Hace un…montón de años. Antes de seguir, permítaseme un breve paréntesis para recordar que la palabra “corrupción” viene de “corromper” y ésta significa, deformar algo, depravar, averiar, cohechar, comprar, oler mal, falsificar, alterar, echar a perder,... Luego del breviario, proseguimos: ¿cuándo nació la corrupción entre nosotros, los heroicos mexicanos? No en este siglo XXI, en el que durante los catorce años que lleva, a cada rato los medios de comunicación se lucen y enriquecen por tantas denuncias, sino mucho antes.
Ya ven que el mismo señor don Moctezuma, no solo a sus pueblos sojuzgados, aplicando los respectivos cobros de tributos y de piso, sino al mismo Cortés ofreció grandes tesoros a cambio de que este detuviera su avance hacia la gran Tenochtitlan. Pero los conquistadores españoles dijeron no, que mejor se quedaban con el negocio completo y…así sucesivamente, por los siglos de los siglos. Pero ya en el siglo XX, los que se lucieron abusando de la corrupción fueron los generales ganadores de la llamada Revolución Mexicana (luego siguieron los Presidentes y todos sus ayudantes, como compitiendo, a ver quién se robaba mas). 
Uno de los primeros, comprando privilegios y a todo tipo de políticos de la época, allá en el mero norte del país, creó el balneario “Aguacaliente”, que mas bien fue el primer casino del país, con trafique de mariguana a EU y toda la cosa. Cuando a un periodista se le ocurrió denunciarlo, el mismo personaje lo mató a golpes. Meses mas tarde, el líder máximo de entonces lo hizo… ¡Presidente de la República! ¡ji i´ñor! Tal angelito se llamó Abelardo L. Rodríguez. Por cierto, uno de los ayudantes de éste, un gringo apodado “Bugsy” (Benjamín Siegel), quien años más tarde construyó en pleno desierto de Nevada, el famoso hotel “Flamingos”, origen del emporio hoy conocido como Las Vegas. Les repito mis estimados, la fusión entre políticos y crimen organizado no acaba de nacer. Y aquel balneario y casino, hoy es hasta galgódromo. A propósito, a otro periodista apodado “El Gato”, se le ocurrió denunciar atrocidades del nuevo dueño y en 1986, ¡también lo mataron! Pura coincidencia. 
Así que la corrupción en México es ancestral; se agravó en el siglo XX y parece que en el XXI, se ha generalizado. El Presidente ha dicho que es parte de nuestra cultural. Pero se ha vuelto cultural, porque todos los gobiernos, todos, no la persiguen en serio, no la castigan con rigor. Más bien, la promueven con sus conductas individuales y con sus quehaceres institucionales. Por eso, predominan la impunidad y la corrupción. Ambas se retroalimentan. Son parte de nuestra convivencia cotidiana.
¿Casos e imágenes de corrupción? Van algunos ejemplos recientes:
La “Casa Blanca” de la esposa del Presidente y la de Malinalco, El caso Oceanografía, como antes el del Pemexgate; Los “moches” que algunos legisladores cobran para promover recursos; El caso Bejarano-Ahumada y anexas; Los 14 mil (o mas) profesores de la CNTE que cobran sin trabajar; Los relojes carísimos del actual Presidente del PRI; La “renuncia” de casi todos los Jefes Delegacionales del DF y de decenas de legisladores locales y federales de la capital del país, para dar el salto a otro cargo y que los sigamos manteniendo; El robo de gasolina desde los mismos ductos que la transportan y en gran parte de las propias gasolineras; El cobro simulado por trámites en diferentes dependencias gubernamentales, como la Tesorería del DF; La existencia misma de los Verificentros; El caso de los ex Oficiales Mayores del GDF y de la ALDF; La construcción de la línea 12 del Metro capitalino; El caso Moreira en Coahuila; El del Jefe Delegacional de Iztapalapa; Los alcaldes ligados al crimen organizado, postulados por la dizque izquierda; Los promocionales permanentes del Gobernador de Chiapas; Las dádivas que se le dan al de la basura; La feria que se entrega a los ex de Luz y Fuerza del Centro, para que la CFE no corte la luz; La construcción del segundo piso en el periférico del DF; El desempeño de los Partidos con registro y, en general, de la clase política, porque cobran y cobran muy bien sin producir algo sustancial; La “mordida” que exigen los encargados del tránsito y de la circulación de vehículos; Las “comisiones” que se acostumbran pagar y/o cobrar por la firma de contratos gubernamentales (Nota. Al llegar aquí recuerdo que recientemente, hablando del tema con algún conocido, en algún restaurante, dos individuos se aceraron para decirme que sabían de una caso concreto, el de una tal “Frida Martínez Zamora, titular de la Notaria 13 de Hidalgo y Directora de Administración, Finanzas y Desarrollo Humano, que cobra miles por conseguir la firma de contratos por adquisiciones de diversos materiales”. ¿Será? Es posible. Ese es el ambiente en el que vivimos).
Y ¡uff, los casos que hemos padecido no caben en poco espacio! ¿Será que la corrupción somos todos y ni nos damos cuenta?                                 
Por eso dudo, estimados lectores, que con la aprobación del SNAC – habrá que ver cómo queda -, se pueda combatir realmente a la corrupción. El problema surge arriba y se esparce como pandemia por gran parte de la sociedad. Entonces, la solución debe venir desde abajo, desde cada ciudadano. Hay que denunciar todo. Pero ¿y los ciudadanos?
Ah, les paso dos datos más:                  
A. De 2,500 promociones de sanción contra servidores públicos, de acuerdo a la última Cuenta Pública presentada por la Auditoria Superior de la Federación, solamente fueron sancionados… ¡Cuatro funcionarios! Y B. Según el Banco Mundial, la corrupción le cuesta a México, 0.9 puntos del PIB, anual. Algo así como 1.5 billones de pesos. Es decir, si el país crece al año, digamos 3 puntos, podría crecer uno más pero, la corrupción…. ¿queda claro?      
Notitas: Una.- Que si estamos listos para ver o escuchar los 175 mil spots partidarios que habrá durante los próximos 35 días. Solo de las precampañas, eh. Yo ya repito como robot  los “buenos deseos” del PRI; el “queremos ser tu voz” del PRD; el “cambio del rumbo”, del PAN; el “decidimos ser de izquierda” del PT; el “turquesa a huevo jóvenes”, del NA; el “cuatro logros “ del Verde; el “es momento”, del M. Ciudadano; el “imagínate…” del  PH; la voz gangosa del Peje sobre su Morena;, el “partido de la familia” del PES. Van dos días y…agh! Si por lo menos fueran creativos. Dos.-  Que el precio del petróleo mexicano bajó a 37 dólares el barril. Si producir un barril cuesta 40, pues mejor dejemos de sacarlo del subsuelo, ¿no creen? Tres.- Que está bien, yo también soy Charlie, porque hay que defender la libertad de expresión en Francia, en México y en todo el mundo, pero… ¿se vale burlarse de las creencias religiosas de la gente? ¿No será que el ejercicio de las libertades también exige responsabilidad?

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