Óptica ciudadana

El 20 de noviembre

Teotihuacan en línea. Artículo de José Luís Hernández Jiménez. Es falso, pero está en el imaginario colectivo, que el 20 de noviembre “…estalló la Revolución de 1910”. Eso es lo que ha difundido la versión oficial, la del PRI, que es el Partido que dominó gran parte de la vida política ¡y de la cultura política! del siglo pasado y del actual, en nuestro país. Pero dicha falsedad no impidió que tal fecha se convirtiera en uno de nuestros mitos sagrados.
Entiendo que tal, tiene su origen en el Plan de San Luís, en el que don Francisco I. Madero, luego de argumentar contra el fraude electoral cometido ese mismo año en su contra, por el régimen de Porfirio Díaz, concluye en dicho texto que hay que hacer respetar la voluntad popular, y llama a tomar las armas “el 20 de noviembre (de 1910), a las 6 de la tarde”. Pero ese mero día nada pasó.
Se sabe que diversos Club´s Liberales y Antireeleccionistas, hicieron preparativos para acudir al llamado de don Panchito Madero, pero el caso es que el 20 de noviembre de ese año, no hubo levantamiento alguno.
Más aún, dos días antes, el 18, fue descubierto uno de esos preparativos en una casa de la Ciudad de Puebla, y quien la ocupaba, un grupo encabezado por los hermanos Serdán, Carmen y Aquiles, fue masacrado por la policía. Aquiles logró esconderse durante muchas horas en el mismo inmueble pero, al salir, también lo mataron. Carmen fue enviada derechito a la cárcel. Fuera de ese hecho, por esos días no hubo nada más.
Fue hasta mediados de diciembre que, en el norte del país, iniciaron algunos levantamientos armados, al mando de don Pascual Orozco, apoyado por un muchachito al que llamaban Pancho Villa.
Con pocas escaramuzas, pronto cayó en manos rebeldes una sola ciudad importante, Paso del Norte que estrenaba su nuevo nombre, Ciudad Juárez. Ahí se firmaron, el 21 de mayo de 1911, los tratados de paz  entre el gobierno y los maderistas: Los Tratados de Ciudad Juárez. Fue suficiente. Don Porfirio, ya sin vigor por sus 81 años de edad a cuestas, y sintiéndose abandonado por los gringos, presentó su renuncia a la Presidencia de la República, cuatro días después de aquella firma, o sea, el 25.

Dos semanas después, el 7 de junio, acompañado de ¡unas 100 mil personas!, triunfante entró al zócalo capitalino, Francisco I. Madero.
Es decir, aquellas fechas  - 21 y 25 de mayo y 7 de junio, de 1911 – son más representativas de lo que luego se dio en llamar la “Revolución Mexicana”, que el 20 de noviembre. Pero…
Quizá por ello, con el paso del tiempo y de muchos acontecimientos, los mismos que crearon el mito, le bajaron de tono, conmemorando el 20 de noviembre, con un gran desfile…deportivo; Lo cual a mi me parece bien, pues es una manera de realzar el deporte nacional.
Por cierto, se dice que este 20 de noviembre, ¡No habrá desfile deportivo! ¡Que tal evento se ha suspendido de última hora! Y ahora ¿qué pasó?
Se dice – ay, esos rumores – que el motivo de tal suspensión, son las múltiples manifestaciones anunciadas para esa fecha, en la capital.  Que las mismas, van a cercar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que hay que tener cuidado que… ¡Imagínense! Si ello es cierto, con todo respeto, he de decir, que las autoridades se pasan de… prudentes. Hubiera bastado con realizar el desfile a una hora diferente a la de las marchas, solo para no estorbarse mutuamente, y ya. No creo que los vándalos que últimamente han aparecido, escondidos entre manifestantes pacíficos, lleguen a apalear o agredir de otra manera, a los deportistas que son un orgullo para el país. ¿O se atreverían? Pero no habrá desfile, ni modo.
Los manifestantes de este 20 de noviembre, tienen derecho a decir sus ideas, sus verdades, sus protestas, sus propuestas. En ese aspecto los ampara la Constitución. (Además si no hacen ejercicio, que por lo menos marchen y marchen y marchen. ¡Marchistas leninistas, uníos!).
Lo que no estaría bien es permitir el vandalismo, los daños a terceros, la violencia. De por sí, la generalidad de los capitalinos están hartos de tantas manifestaciones, que se dan a lo largo del año, imaginemos lo que dicen del vandalismo, de los daños a terceros y de la violencia.
Por eso estuvo bien que en su primera aparición pública, luego de ser operado del corazón, el Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Espinosa, haya dicho que “Él está en primera línea contra la violencia y a favor del diálogo”.
Aunque no solo en el DF se cuecen habas. Luego de la tragedia de Iguala, en varios lugares del país, se han dado no solo manifestaciones reclamando justicia para las familias de los 43 normalistas desaparecidos y que se acabe con la impunidad, sino, al amparo de ellas, también han ocurrido muchos actos vandálicos que nadie se ha atrevido a detener y, menos, a castigar. De un tiempo acá, los vándalos también son impunes. 
Ha de ser por ello, que don Peña Nieto se acaba de quejar de que parece que algunos “Afectados en sus intereses”, y poderosos, le están moviendo el tapete, para descarrilar su proyecto de nación y no sé que más. Por lo que debiera preocuparse el C. Presidente, es por gobernar bien porque por lo otro, la generalidad de la población lo que quiere es bienestar, seguridad, paz, justicia, y lo que rechaza es la violencia de cualquier tipo. Además él cada rato repite que “México está en movimiento”. Ahora se aguanta.   
Así que este 20 de noviembre, bien o mal venidas, habrá manifestaciones, dícese que por doquier, usando una fecha conmemorativa inventada sin sustento, por el régimen priísta. Claro que si tales marchas son pacíficas, ya que. Pero si algunos marchistas provocan violencia, pues hay que castigarlos con el látigo de nuestro desprecio, ya que las autoridades pa´ poner orden, parece que tampoco sirven.                           
Notitas: Una.- Que porque el PRD está en crisis, dijo Cárdenas, y porristas que le acompañan, pide la renuncia de los principales dirigentes de ese, su aún Partido. Pero ingeniero (le diría yo, un simple mortal), la crisis fue sembrada por el presidencialismo de los Presidentes que ha tenido esa organización, es decir, por Cárdenas, Robles Garnica, Muñoz Ledo, AMLO, Leonel Cota, puro priista, y Amalia García, Rosario Robles, Jesús Ortega, …puro izquierdista de mentis. Dos.- Que hay quien grita que la autonomía de la UNAM impide que en su territorio, la autoridad persiga delitos. ¿Están mal de su cabeza o qué? La UNAM es autónoma, no independiente del país. Tres.- Que Lázaro Mazón, el padrino de los Abarca–Pineda, ex mandamases de Iguala y hoy presos por la desaparición de 43 normalistas, ya no es pre candidato a Gobernador de Guerrero por MoReNa. O sea, ya no es, como dijo don Peje de él: “un guerrerense de primer orden, con dimensión social, sensible, que está del lado de los pobres, de la gente necesitada…”. Hace unos días, él mismo AMLO, por medio de su vocero Cesar Yánez,  mandó que le quitaran a aquel, la pre candidatura. Solo falta que quite a otro co responsable del caso Iguala: A él mismo. ¿O ese no? Cuatro.- Que quién le diría a don Mancera que el DF tiene 190 años. Lo que hoy es el DF, fue creado en 1928, cuando desaparecieron los municipios de la capital, hace 86 años. ¡Si serán! Por eso la capital está como está, convertida en un caos