Creer o no creer…

Creer o no creer…

Teotihuacan en línea. Artículo de José Luís Hernández Jiménez. Con lo informado por el Procurador General de la República, en conferencia de prensa del viernes 7 de noviembre, se avanza en el armado, del “rompecabezas” de lo sucedido con los 43  estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala de la Independencia, los días 26 y 27 de septiembre pasado: Policías municipales de Iguala y de Cocula, detuvieron a los normalistas y los entregaron al crimen organizado, quien los mató, quemó en un basurero ubicado en una barranca y arrojó sus cenizas al río San Juan.
Para completar y/o precisar la trama, faltan tres piezas, con información esencial: la detención del Jefe de la Policía de Iguala, del jefe de la banda que ordenó el homicidio, ambos prófugos, y el resultado de los estudios científicos, a lo que quedó de los supuestos restos humanos, a cargo de peritos mexicanos, argentinos y de una Universidad de Austria.
Toda esa es la parte penal. Ojala concluya pronto, se aclare lo que falte por aclarar, y se haga justicia a las víctimas y familiares. Mejor sería si los 43 estudiantes aparecen con vida pero…
La responsabilidad política de lo sucedido, está más clara: Del titular de un gobierno municipal de izquierda (José Luís Abarca) - con la omisión, al menos, del titular del gobierno estatal, también de izquierda (Ángel Aguirre) - partió la orden de “parar” a los estudiantes, para que no interrumpieran el Informe de la Directora del DIF local, esposa del Presidente Municipal, María de los Ángeles Pineda, y aspirante a suceder a su esposo en el cargo y, además, enlace directo con la banda criminal; Orden que desencadenó los hechos trágicos. Punto.
Y hay otros actores políticos, que comparten la responsabilidad de lo sucedido: los que promovieron y permitieron que esos engendros políticos (y aquí entre nos, infórmoles que hay mas), estuvieran al frente de cargos tan importantes. Así es, estimados lectores, los otros responsables políticos de lo sucedido, son los partidos de izquierda con registro electoral, PRD, PT, PMC y MoReNa, ya que este último, en 2012, era parte de aquellos, principalmente del PRD; Y de todos éstos, sus cúpulas dirigentes, pues son las que realmente deciden.

Y hay otros que no deben tener la conciencia tranquila por lo sucedido. Marcelo Ebrard, quien siendo Jefe de Gobierno del DF, apoyó con todo a Ángel Aguirre, para convertirlo en Gobernador de Guerrero; Lázaro Mazón, ex Senador, ex Presidente Municipal de Iguala, quien por cierto, fue quien designó como Jefe de la Policía al que hoy anda prófugo, promotor y padrino político del tal Abarca, ex Secretario de Salud del gobierno estatal,y hoy abanderado del MoReNa, al Gobierno de Guerrero; Y hasta Andrés Manuel López Obrador, quien fuera el candidato a la Presidencia de la República por esos partidos que se autodenominan de izquierda, y que como tal pudo evitar que el tal Abarca fuera Presidente Municipal de Iguala, pero no quiso, pese a advertencias de algunos de sus seguidores y…
Hoy todos ellos, salvo excepciones (como el nuevo Presidente del PRD, quien públicamente pidió perdón por haber designado a Abarca como su abanderado en el municipio), se hacen como si la virgen las hablara. Miran para otro lado y ¡acusan a otros!, de los sucesos criminales. Dicen que el autor fue el Estado Mexicano, o que fue el gobierno federal, o que Peña Nieto, o que el Ejército que porque no intervino, que…puros dichos para desviar la atención de la sociedad, de la mera verdad.
Tan fácil que debería ser reconocer que hay una responsabilidad institucional por lo sucedido. Tan solo el PRD, desde 1996, adoptó una política de selección de candidatos a todo, que en los hechos equivalía a la venta de candidaturas, a personas que pudieran ganar a toda costa, o sea, a personas que tuvieran dinero para sus campañas. Y los que tenía mas lana pues, esos eran – y son - los selectos. Y ahora, con el caso Iguala, ahí está una, y solo una, la que se acaba de ver, de las nefastas consecuencias de dicha política.
Parecía que nos estábamos acostumbrando a que ese tipo de sucesos se daban por culpa del PRI y otros Partidos pero, ¿también por causa de los de izquierda? Pues sí. 
Afortunadamente, creo, el grueso de la sociedad comprende, no solo lo sucedido en Iguala, y quiénes son los responsables directos e indirectos (la agresión a Cuauhtémoc Cárdenas, Adolfo Gilly y Salvador Nava, en el zócalo capitalino, la expulsión violenta de Jesús Zambrano de la mera UNAM, y los insultos a Alejandro Encinas, en Xalapa, son indicadores de ello), sino también que va siendo hora, de poner un alto a tanta impunidad y tanta corrupción y las rechaza. Ahí está, por ejemplo, el “Informe País, sobre la Calidad de la Democracia”, estudio realizado recientemente, por el Colegio de México y el Instituto Nacional Electoral, que refleja dicho repudio, a los Partidos registrados, tanto como a la policía.
Por cierto, dicho documento también refleja dos actitudes generalizadas, que explican fenómenos sociales recientes. Una, que la gente no quiere la violencia; Y dos, que gran parte de la ciudadanía no cree ni en su propia sombra y mucho menos en varias de las instituciones establecidas.
La primera es un buen síntoma. A pesar de nuestro Himno Nacional (“Mexicanos al grito de guerra,…”), somos una nación que opta por la paz y por las vías pacificas. Eso debieran saberlo y entenderlo, las personas y grupos de personas que, con el pretexto de la desaparición de los 43 estudiantes, aprovechan, como émulos de buenos fascistas, las manifestaciones pacificas, para destruir todo lo que se les atraviesa o huela a diferente a ellos, “vandalizar”, dicen los medios, y provocar daños a terceros. Lo único que logran con ello, es dañar causas nobles. Allá ellos que en su inmadurez, quizá creen que las revoluciones son como las pintan en las películas mexicanas y quieren ó fingen ignorar que, al menos en México, las revoluciones violentas han hecho mucho daño a los de abajo y no a los de arriba.
La segunda actitud es preocupante. Desconfiar de todos y de todo, habla de que estamos en pañales en eso de la construcción de nuestra democracia. Creer o no creer, esa es la cuestión. Creer en nada, es parte importante de nuestra crisis política. Lo peor es que quien abona para fortalecer dicha actitud, es la clase política en su conjunto, con su corrupción, su ineptitud, su voracidad, sus ansias de poder.                
Notitas: Una.- Que lo malo de la denominada “Casa Blanca de Peña Nieto”, no es la propiedad, pues es de su esposa y se sabe que las estrellas del canal aquel, son bien pagadas, y La Gaviota es una de ellas. Lo malo es que dicho inmueble huele a ostentación insultante en un país de pobres. Dos.- Que curioso es que Patricia Olamendi, ex pesetista (PST) y ex perredista, haya sido vetada por otra ex pesetista y actual Senadora por el PRD, Angélica de la Peña, para presidir a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Tres.- Que lo dicho, el único tipo de huelga o paro que perjudica a sus promotores, son las estudiantiles. En el Poli 170 mil estudiantes, ya perdieron el semestre. Cuatro.- Que sí, estimados lectores, sobreviví al Maratón de Toluca. Correr mas de 42 kilómetros por la avenida Tollocan, desde CU y de regreso, pasando por el centro de esa ciudad, no es fácil. De veras. Uff. Y si tienen tiempo, nos vemos en la clase de Tai Chi, los lunes, de 17 a 19 hors, en Acuario 5, colonia Prado, en Iztapalapa, DF