Ayuntamiento
de Otumba conmemora 494 Aniversario de la Batalla de Otumba
Teotihuacan en línea. Otumba. Silvestre Vicuña Cortés, presidente municipal de Otumba encabezó el acto de conmemoración alusivo al 494 aniversario de
Acompañado de regidores y funcionarios municipales, Silvestre Vicuña destacó los hechos que dieran lugar a la batalla escenificada por tropas españolas y Mexicas. Indicó que el valor de cada tropa es un ejemplo de la voluntad adquirida a través de las convicciones.
“Otumba en su historia nos muestra ejemplos de voluntad, y la batalla de Otumba es uno de ellos, por eso, hoy, celebramos y conmemoramos este acto histórico tan importante”, dijo.
Silvestre Vicuña dio a conocer el planteamiento a la secretaría de turismo de la entidad, a fin de organizar una ceremonia conmemorativa con la participación del municipio vecino de Axapusco.
Posterior al acto protocolario, funcionarios, público e instituciones educativas llevaron a cabo la colocación de la ofrenda floral en el monumento alusivo.
En este sentido, Miktlan Ehecateotl Kuautlinxan, portador de la palabra de la tradición tetzcatlipoka, destacó la valentía de las tropas españolas, pero también la decisión de las tropas prehispánicas, al no tolerar invasores.
La batalla
Sabedores de que los mexicas siempre sacrificaban a sus prisioneros, los cerca de 500 españoles sobrevivientes, pero en su maýoría heridos, varios mastines y no más de un centenar de aliados tlaxcaltecas en las mismas condiciones, se decidieron a luchar o morir, a pesar de no disponer ya de artillería y haber perdido buena parte de sus caballos y arcabuces tras la derrota sufrida durante la huida de Tenochtitlán.
Las tropas españolas formaron para el combate y verificaron la enorme diferencia de fuerzas que había entre los dos ejércitos. Observó Cortés que había alguna vacilación entre sus soldados, entonces levantó su formidable voz antes sus soldados y les profetizó la victoria:
“Amigos llegó el momento de vencer ó morir . Castellanos, fuera toda debilidad, fijad vuestra confianza en Dios Todopoderoso y avanzad hacia el enemigo como valientes”
Comienza
Los aztecas no sabían demasiado de estrategia bélica ni de sofisticados planteamientos tácticos. Cuando vieron que los españoles eran tan pocos, les rodearon. La intención de los aztecas no era matar a los españoles, sino capturarlos para llevárselos presos y luego sacrificarlos. La infantería española, mantenía bien la posición cerrada, aguantando las terribles embestidas de la mole azteca, utilizando sus picas, espadas y bien protegidos por sus corazas y rodelas. Las cargas se iban sucediendo, pero la infantería aguantaban.
Cortés sabía por sus aliados de Tlaxcala que, según las costumbres de aquella gente, cuando caía el capitán, las tropas huían en desbandada. El problema era burlar el cerco. Cortés convocó a sus cinco capitanes para hacerles partícipes de su idea. Si conseguían cabalgar hasta el Cihuacóatl y matarle de una lanzada, la batalla estaría ganada. Como no había mucho donde escoger, serían los cinco capitanes los encargados de realizar la carga. Su fracaso marcaría la derrota final y el fin de la aventura que hoy conocemos como
Fue el mismo Cortés quién tras una gran carga consiguió despojar al caudillo de su estandarte, y mientras caía al suelo, fue rematado por Juan de Salamanca, quien le dio un estocazo irreparable, capturando a su vez la insignia del general azteca.
Según cayó el Cihuacóatl y el estandarte pasó a las manos de Cortés, la desbandada de los aztecas fue inmediata. Los pocos españoles que quedaban combatiendo en el llano se apresuraron a acelerar la matanza, con idea de escarmentar al enemigo en estampida. Al caer la tarde el llano de Otumba era un gigantesco cementerio, donde yacían los cuerpos sin vida de 10.000 aztecas y de sólo unas decenas de españoles.
Tras la victoria española, Cortés y sus hombres pudieron regresar a la ciudad aliada de Tlaxcala. Días después los aztecas intentaron una última y desesperada táctica, invitando a los tlaxcaltecas a firmar la paz con la condición de que entregaran a Cortés y sus hombres. Sin embargo los tlaxcaltecas, que desde el principio parecieron y fueron buenos aliados de los españoles, cancelaron el acuerdo y negociaron con los españoles para participar juntos en la conquista de Tenochtitlán y el Imperio Azteca
Muy bonita nuestra historia
ResponderEliminar¡Que orgulloso estoy de mi querido Otumba!
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