Ética en funcionarios para lograr la confianza ciudadana: Victorino Barrios Dávalos

Ética en funcionarios para lograr la confianza ciudadana: Victorino Barrios Dávalos

Teotihuacan en línea. Toluca. El contralor del Poder Legislativo, Victorino Barrios Dávalos, expresó, durante la presentación de los números 16 y 17 de la Colección “Cuadernos de Ética para los Servidores Públicos”, que es indispensable fomentar la cultura de la ética debido a que la carencia de valores y principios tiene como consecuencia el nepotismo, la negligencia y la corrupción.
Ante el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Jorge Olvera García, y el consejero presidente del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Jesús Castillo Sandoval, el contralor insistió en la formación de servidores públicos en una cultura ética que tenga como base la honestidad y la justicia, cuyo objetivo sea la confianza y el beneficio a la sociedad.
En este sentido, el rector de la UAEM indicó que los cuadernos de ética, demuestran que los ciudadanos tendrán confianza en las instituciones públicas cuando sus acciones estén libres de corrupción y se encuentren basadas en el trabajo de servidores públicos que tengan las virtudes de un buen gobernante, como son la templanza, la valentía, la prudencia, el sentido de justicia, la autoridad y la sabiduría.

Por su parte, Jesús Castillo señaló que en el número dedicado al sistema de cargos en las comunidades tradicionales mexicanas destaca la elección de sus autoridades por medio de la constancia de las personas, de sus principios, experiencia y sabiduría, por lo que conforman un sistema de selección ética, el cual debe impulsarse en el sistema democrático actual.
El autor de los “Cuadernos de Ética para los Servidores Públicos”, Óscar Diego Bautista, enfatizó que debe combatirse el fenómeno mundial de la corrupción, a través de la educación y el fomento de principios éticos.
Agregó que es posible lograr un buen gobierno a través de instituciones incentivadoras de integridad, resultados de calidad y una sociedad madura, que permita la confianza de la ciudadanía. “La confianza es el aceite que lubrica las relaciones entre gobernantes y gobernados; permite que haya reciprocidad entre ambas partes, que el Estado marche de forma íntegra, fortaleciendo el tejido social”, concluyó