Retiro cristiano en el Colibrí: El infierno

Retiro cristiano en el Colibrí: El infierno

Crónica del ataque

Teotihuacan en línea. Agencias. Ixtapaluca. Con lágrimas e impotencia, los jovencitos que vivieron un infierno en el retiro espiritual al que acudieron al parque Ecológico Colibrí en llano Grande en Ixtapaluca, declararon ante las autoridades ministeriales luego de que la noche del jueves fueran asaltados y ultrajados por un grupo de 13 personas entre los que había una mujer, quienes los golpearon, despojaron de sus pertenencias y violaron a siete mujeres, entre ellas dos menores de edad.
En las afueras del Centro de Justicia de Ayotla, jóvenes y padres de familia que esperaban su turno para declarar, narraron los hechos, recordando que a la media noche del jueves fueron despertados por disparos de arma de fuego, “y ahí se rompió la tranquilidad”, cuentan.
Pues el grupo de desconocidos sembró el terror durante tres horas, “luego de los disparos nos sacaron de las tiendas, nos llevaron al centro y ordenaron tirarnos boca abajo con las manos en la nuca”, señalaron los jovencitos en el ministerio publico de Ixtapaluca.
El grupo juvenil cristiano se reúne todos los sábados en los parques de Coapa y acudió al campamento de verano y en esta ocasión habían llegado al campamento desde el pasado Lunes.
Ese día el encargado de la puerta identificado como don Juventino, les dijo que ningún carro entraba al lugar si él no le daba acceso a través de la pluma del parque ecológico, sin embargo la media noche del jueves entraron los asaltantes hasta el lugar en donde estaban las nueve tiendas de campaña pequeñas en donde dormían los niños y una carpa de lona grande con el equipaje de las 85 personas.
Los asaltantes separaron a las niñas de los niños y después colocó a todos boca abajo.
“Empezaron a golpear, pidieron que se parara la representante; la persona que iba moviendo a las personas la agarraron y fue a la que llevaban de tienda en tienda para que sacara celulares dinero, todo lo que lleváramos”, continúa el relato.

Ante el frio y el miedo, algunas niñas pidieron ir al baño, otras alguna cobija a lo que accedieron muy forzados los agresores, quienes los amenazaban si alguien intentaba levantar la cabeza para mirarlos, “de inmediato era obligado a bajar la cabeza con la culata de las escopetas. Mientras, los ladrones fumaban y bebían”, contaron los jóvenes.

El comando armado una vez que tuvo el botín en sus manos, exigieron las llaves de dos autos particulares propiedad del grupo, a la vez que indicaron que: “cuando se retiraran, las víctimas tenían que permanecer hasta las 06:00 horas o volverían para matarlos”.
Por ello fue hasta la mañana cuando los líderes del grupo pudieron entablar contacto telefónico con sus familiares, quienes enviaron dos camiones para regresarlos.
“Mi hija ya llevaba varios años ahí (en el grupo), desde chiquita, desde que tenía 14 años, hasta ahora que tiene 19. Nos habló ella por teléfono hoy (jueves) en la mañana, de los acontecimientos que habían pasado”, relató el padre de una de las víctimas.
El complejo ecológico Colibrí, esta ubicado en el kilómetro 56 de la Carretera federal México-Puebla, se ingresa por una caseta de acceso a un costado de vía federal, a 7.5 kilómetros esta el campamento en una zona sin cobertura telefónica.
Además que dentro de la zona no ha vigilancia y solo la pluma de acceso es su sistema de seguridad, señaló una de las organizadoras del campamento.
“Don Juventino nos dijo que todo iba a estar seguro, que no iba a pasar nada, que era el único responsable de todos los autos que entraban y salían porque era la única persona que podía manejar el candado”, señalan reviviendo del drama vivido.
“Pero no fue así, los atacantes ingresaron por otro lugar o tenían llave del candado, ya que éste nunca fue violado”.
En el Centro de Justicia de Ixtapaluca, Juan Carlos Palafox, representante legal de los afectados, indicó que por la forma en que operaron los agresores, suponen que se trataba de un grupo muy organizado que conoce el lugar.
El comando armado se llevó un auto tipo Chevy, un Pontiac, 40 celulares, 40 cámaras fotográficas y de video y poco más de 15 mil pesos en efectivo.
Las menores atacadas rendían declaración en el Centro de Atención Ciudadana Ixtapaluca, dependiente de la Procuraduría mexiquense