Sangre de rastro municipal contamina río

Sangre de rastro municipal contamina río

Teotihuacan en línea. Toluca. Vecinos de San Cristóbal Huichochitlán denunciaron que el río que atraviesa esa población volvió a sangrar. Desde hace tres semanas, este cauce al que muchos consideran ya como un canal de aguas negras a cielo abierto se tintó de rojo al arrastrar menudencias de res y de cerdo, presuntamente arrojadas desde el Rastro Municipal de Toluca.Los vecinos de San Cristóbal Huixhoxhitlán denunciaron y mostraron en un recorrido por el cauce que del color grisáceo que lo caracteriza, ahora se pintó de rojo sangre, porque presuntamente es utilizado nuevamente para arrojar ahí cientos de litros de sangre y vísceras de reses y cerdos que son sacrificados."Desde las 05:00 de la mañana el río comienza a pintarse de rojo; un poco más tarde se puede observar como se arrastran las menudencias de los animales que son sacrificados, y cuando el sol sale, se desprende un fétido olor que invade el ambiente. Un olor a muerto", dijo la señora Esperanza Andrade, vecina del lugar.Recordó que recientemente el ayuntamiento de Toluca entregó una obra de modernización en el Rastro Municipal. "Entonces se acabó la sangre del río y el olor a muerto se quitó, pero desde hace más o menos tres semanas, las cosas volvieron a estar como antes. Parece que ya dejaron de controlar la matanza en el Rastro, porque todo está como antes, o peor", añadió.Miguel Ángel Reyes, quien aseguró haber trabajado hasta hace un mes en el Rastro Municipal de Toluca, explicó que el problema se deriva del costo que implica la recolección de la sangre de la matanza y las vísceras. "Es un asunto de dinero, a quienes matan les cuesta la recuperación de la sangre y las vísceras, y como no están dispuestos a pagar, pues les es más fácil arrojar todo el desperdicio al río", dijo.Los vecinos de San Cristóbal señalaron que ya han hecho varios reportes al ayuntamiento de Toluca; sin embargo, hasta el momento no hay nadie que haya ido por lo menos a hacer un recorrido para comprobar cómo están las cosas."Tenemos un río que sangra todas las mañanas, una pestilencia a muerte durante todo el día, y una autoridad que no nos hace caso", concluyó Miguel Ángel Reyes