Investigan ADN de teotihuacanos

Investigan ADN de teotihuacanos


Teotihuacan en Línea. Cony Correa López. Científicos del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), CINVESTAV-IPN, trabajan con vestigios arqueológicos de un barrio de Teotihuacán, con el propósito de recuperar el código genético para ampliar la información de su origen y desarrollo.
La investigación se realiza en el primer simposio internacional de DNA Antiguo único en su tipo en México y América Latina, ubicado en Irapuato.
Este laboratorio surgió con la necesidad de potenciar los estudios de DNA antiguo en México, ya que cuenta con una gran cantidad de restos arqueológicos, antropológicos y paleontológicos que guardan información relevante para entender, con una dimensión temporal, la inmensa riqueza preservada en la biodiversidad mexicana, explicó Rafael Montiel Duarte investigador y responsable del laboratorio.
El estudio del DNA antiguo, consiste en recuperar material genético de especímenes biológicos preservados ya sea natural o artificialmente como pueden ser momias, huesos, plantas o restos humanos, añadió el investigador.
Consideró necesario que esta fuente debe ser explotada de una manera sistemática, con técnicas avanzadas y dentro de marcos teóricos sólidos, para maximizar los beneficios derivados del análisis de piezas en extremo valiosas.
La investigación que desde hace siete meses se desarrolla en el Langebio, ha sido posible con la colaboración de la arqueóloga Linda Manzanilla, quien proveyó los restos de cuerpos humanos, en su mayoría piezas dentales, provenientes de sus excavaciones en la zona arqueológica de Teotihuacán.
Trabajar con piezas de este tipo se requiere un proceso extremadamente cuidadoso, deben ser protegidas de contaminación externa tanto del suelo como de tipo bacteriana después de la manipulación de los arqueólogos; cuando llegan al laboratorio son sometidas a un proceso de limpieza para trabajar la parte interna.
Hasta el momento han estudiado cerca de 30 individuos de más de 100, esto con el objetivo de conocer los distintos grupos que conformaban el barrio, si existió intercambio genético entre ellos; es decir, si se reproducía; como los principales cuestiones a contestar.
Además de conocer la variabilidad del DNA mitocondrial de estos individuos, antes de la llegada de los españoles a América, ya que con su llegada hubo cambios radicales para poder determinar las consecuencias genéticas del mestizaje.
“Es muy interesante a medida que va surgiendo mutaciones a lo largo de la historia en un proceso evolutivo, estas mutaciones siempre quedan ahí preservadas y es como un registro histórico que permite ir descubriendo los linajes como han ido evolucionando desde el pasado”, expresó Montiel Duarte.
Incluso dijo que se puede determinar cómo fueron las migraciones originales en el continente, en qué tiempo se dieron y los lugares de donde provenían los pobladores.
Añadió que están buscando colaborar con la Universidad de Stanford en Estados Unidos, para hacer estudios a nivel genoma.
A la par el grupo de investigadores colabora con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de la entidad, en la zona arqueológica del Cóporo en el municipio de Ocampo también con restos humanos.
Aunque ya obtuvieron algunos resultados preliminares, será hasta después de tres años que posiblemente concluya la investigación y esté lista para su publicación oficial en revistas científicas internacionales, indicó el investigador